La búsqueda de seguridad sitúa al metal precioso y al franco suizo en máximos históricosmadrid. ¿Se puede conseguir una rentabilidad del 3 por ciento en un periodo como está siendo el mes de julio, de fuertes caídas de los mercados casi sin excepción y de repuntes en rentabilidad de la deuda pública? Sí, siempre y cuando el inversor tenga algo de oro en la cartera. Sólo en las últimas dos semanas el metal precioso ha aumentado su precio en un 2,6 por ciento hasta superar ayer los 1.600 dólares por onza, nuevo máximo histórico. Fue la undécima jornada alcista consecutiva del oro, que se anotó una subida diaria del 0,7 por ciento. Ante semejante rally -desde enero ya sube un 13 por ciento- lo normal sería que los analistas considerasen que el metal ha tocado techo. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Según la encuesta semanal de sentimiento que recoge Bloomberg, el 88 por ciento de los analistas consultados es alcista sobre el oro frente al 68 por ciento de hace un mes o al 77 por ciento de hace tan sólo una semana. Estos resultados descuentan que el final de la crisis de la deuda de la eurozona está lejos de acabarse, ya que el oro se ha convertido en el activo más demandado por los inversores en tiempos de desconfianza. "Durante las últimas diez sesiones, y debido a la reciente incertidumbre en los mercados financieros, hemos visto cómo los inversores vuelven a mirar al oro como refugio y como cobertura potencial contra la inflación que podría reaparecer como consecuencia de la relajación cuantitativa y la posible debilidad del dólar", afirma Javier Flores, analista de Dracon Partners. Hay que recordar a este respecto que Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, ya dejó la semana pasada la puerta entreabierta a la posibilidad de que la Fed introduzca más dinero en el sistema a través de la implantación de un nuevo programa de medidas cuantitativas (se conocería como un QE3). El oro de las divisas Si en el mercado de materias primas el oro es ahora el rey indiscutible en cuanto a rentabilidad, en el de divisas quien lleva la voz cantante es el franco suizo. Ayer esta moneda, que también es considerada como un activo refugio por parte de los inversores, marcó máximos históricos, al tocar los 0,87 euros por cada franco suizo y los 1,22 dólares. Esto implica que en el conjunto del año, la moneda helvética ya se aprecia un 10 por ciento frente a la divisa de la zona euro. Además, todo indica que al igual que sucede con el oro, el rebote de la divisa no acabará aquí. Sobre todo si persiste la crisis de la eurozona. De hecho, Jonh Tayler, fundador de FX Concepts, el mayor hedge fund de divisas del mundo, ha declarado a Bloomberg que el franco suizo alcanzará la paridad frente al euro. De cumplirse su pronóstico, a la divisa helvética aún le quedaría un recorrido del 15 por ciento.