MADRID. Si hay un banco cuya cotización se ha mostrado especialmente lastrada en los diversos intentos de reestructuración alcista durante estos últimos dos años, éste es el Banco Sabadell. Prueba de ello es que su cotización apenas está a un 7 por ciento de los mínimos de marzo de 2009, a la altura de los 5,60 euros, mientras la mayoría de bancos está aún lejos de los mismos. Por ejemplo, el Popular está a un 26 por ciento, y el BBVA debería caer alrededor de un 50 por ciento para alcanzarlos. Señalamos todo esto para dar relevancia a lo que podría suceder en el Sabadell si su cotización siguiera cediendo terreno. Los precios está alcanzando su directriz alcista de largo plazo y aproximándose a soportes como los 2,72 euros, cuya cesión invitarían a favorecer un escenario de caída libre que podría no encontrar suelo hasta la zona de mínimos de hace una década, esto es, los 2 euros. Operativamente, seguimos sin encontrar argumentos ni evidencias técnicas que inviten a buscar un posicionamiento en el Sabadell. Y si un inversor tiene títulos del banco en su cartera, debería valorar su cierre si su cotización pierde soportes de 2,70 euros, máxime si el sector bancario europeo (SX7E) pierde soportes de 150 puntos.