MADRID. Si hay algo que han dejado claro los mercados, es paradójicamente que todo está por resolver mientras persista la crisis griega, y se sigan contagiando de ella el resto de naciones de la periferia europea. Para la bolsa española, el punto de inflexión se produjo el jueves, cuando el selectivo cerró su peor sesión desde noviembre de 2010 al perder un 2,7 por ciento. Hasta ese día, seguían batiendo sus propios mínimos en el año compañías que ya llevan varias semanas testando sus niveles más bajos en lo que llevamos de ejercicio, como Mediaset (antes Telecinco) y Técnicas Reunidas. Pero al cierre semanal se le sumaron otros dos valores: ACS, y Sabadell. La constructora que preside Florentino Pérez retrocedió un 3,36 por ciento en la semana, hasta marcar 30,04 euros por acción. En el caso de Sabadell, recortó un 2,88 por ciento, reflejando la desconfianza de los inversores al sector financiero, hasta marcar niveles inéditos desde febrero de 2003. También quedaron muy cerca de sus mínimos compañías cíclicas como Gamesa, Telefónica o Acerinox.