El banco central de EEUU cumple con el guión y baja los tipos un cuarto de punto, hasta el 4,5%Las expectativas de más recortes se enfrían tras el espectacular crecimiento del tercer trimestremadrid. Había dado su palabra. Y la cumplió. La Reserva Federal (Fed) no tenía preparada ninguna sorpresa desagradable por Halloween y demostró que los mercados financieros habían hecho bien en apostar masivamente por un nuevo recorte de los tipos de interés oficiales en Estados Unidos. El banco central norteamericano rebajó el precio del dinero un cuarto de punto, hasta el 4,5 por ciento, un descenso con el que dio continuidad al ya emprendido el pasado 18 de septiembre, cuando los redujo en medio punto. Al mismo tiempo, la institución relajó los tipos de descuento, que son los que cobra a los bancos por el dinero que les presta. Lo hizo también en un cuarto de punto, que situó esta referencia en el 5 por ciento. La Fed, por tanto, pareció atenerse al guión previsto. Pero, en efecto, fue sólo una apariencia. A la fiesta del banco central se sumó un invitado imprevisto: el espectacular dato de crecimiento del tercer trimestre. El Departamento de Comercio dio a conocer ayer que la economía estadounidense creció a una tasa interanual del 3,9 por ciento entre julio y septiembre de este año, por encima del 3,8 por ciento del trimestre anterior y del 3,1 por ciento previsto. Aunque se trata únicamente de la primera de las tres lecturas que se realizarán de esta estadística, la cifra sorprendió por su fortaleza. Incluso la Fed le hizo un hueco en el comunicado en el que anunció y argumentó su decisión. "El crecimiento económico fue sólido en el tercer trimestre", afirmó la institución. Debate internoEse sorprendente dato azuzó el debate en el seno del Comité Federal del Mercado Abierto, el órgano de la Fed encargado de establecer los intereses en EEUU. De hecho, uno de los diez componentes que asistieron ayer a la reunión votó en contra del recorte. Fue Thomas Hoening, presidente de la Fed de Kansas, quien hubiera preferido mantener los tipos en el 4,75 por ciento. Esa sensación quedó confirmada por el equilibrio que trató de guardar la Fed. Junto a la alusión a la pujanza del tercer trimestre, la institución reconoció que "las tensiones en los mercados de crédito se han suavizado en parte", con lo que dibujó un cuadro clínico mucho más saludable que en la reunión de septiembre. Eso sí, no quiso lanzar las campanas al vuelo, de ahí que añadiera que "el paso de la expansión económica posiblemente se frenará a corto plazo, en parte reflejando la intensificación de la corrección en el sector inmobiliario". Y para cerrar el círculo concluyó que "la acción de hoy -por ayer- combinada con la decisión de septiembre, debería ayudar a prevenir algunos de los efectos adversos en el conjunto de la economía que podrían, por otra parte, subir por las interrupciones en los mercados financieros". Esta afirmación sonó a advertencia. A que, por el momento, la Fed ya ha cumplido con su trabajo tras haber reducido los intereses en dos reuniones consecutivas, algo que no ocurría desde 2001. Así lo cree también el mercado de futuros, que modificó sus expectativas tras conocer los argumentos de la Reserva Federal. A última hora de ayer, este mercado concedía un 56,9 por ciento de probabilidades a que la institución mantenga los tipos en diciembre, muy por encima del 32,4 por ciento de opciones que otorgaba en la jornada anterior. "Tras el dato de crecimiento del tercer trimestre la situación no está para volver a bajar los tipos en diciembre", afirma José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. A la espera del empleoEstas nuevas previsiones no deberán esperar mucho para verse confirmadas o no, ya que mañana se conocerán los datos de empleo de octubre. Por el momento, el mercado laboral ha aguantado el chaparrón, ya que entre agosto y septiembre la primera economía mundial generó 199.000 empleos, por encima de lo esperado. Para octubre, las previsiones indican que el ritmo se podría haber frenado hasta los 80.000 puestos de trabajo. De ser así, se trataría de la cifra más baja desde junio, aunque en el mercado existe el convencimiento de que el dato se situará por encima de los pronósticos. ¿Y la inflación? En opinión de la Reserva Federal, "el reciente incremento de los precios de la energía y las materias primas, entre otros factores, podría renovar las presiones alcistas sobre los precios". De este modo, y al asegurar que "continuará analizando cuidadosamente la evolución de la inflación", pretende anclar las expectativas para que la evolución de los precios no se le vaya de las manos. Por el momento, sin embargo, no quiso ser más dura. "El Comité continuará evaluando los efectos financieros y otros comportamientos en las proyecciones económicas y actuará si es necesario para fomentar la estabilidad de los precios y un crecimiento económico sostenido", recoge el comunicado. La Fed llevaba tiempo buscando la neutralidad monetaria. Y ayer pareció encontrarla.