Cuando uno tiene un mal día, muchas veces no responde a aquellos que intentan animarlo. Algo similar le sucedió ayer al Ibex 35, que no tenía el día para fiestas y fue el índice más bajista de la zona del euro, al perder un 1,29 por ciento. Gran culpa de su desánimo la tuvieron las malas noticias que llegaron desde Estados Unidos (ver página 23).Unas de las principales víctimas de esta jornada gris en el parqué fueron las compañías que presentaron ayer sus resultados hasta septiembre. Iberdrola se dejó un 1,36 por ciento, hasta los 10,86 euros, pero el que más sufrió fue BBVA. El banco presidido por Francisco González estuvo entre los valores más bajistas de la sesión, al perder más de un 2 por ciento, para despedir el día en los 16,61 euros.Y eso que BBVA no defraudó con sus resultados de los primeros nueve meses del año. El banco tuvo unas ganancias netas de 4.756 millones de euros. Aunque esta cifra sólo supera en un 6,7 por ciento a la del mismo período del año anterior, hay que tener en cuenta que en 2006 la entidad tuvo ingresos extraordinarios por la venta de varias participaciones. Así, si los descontamos, el beneficio neto de BBVA habría crecido más de un 20 por ciento.Lo más llamativo es el crecimiento de los ingresos del banco, que puede ayudar a disipar parte de las dudas sobre los efectos que la crisis crediticia global que se desató en verano tendría en las cuentas de los bancos españoles. BBVA ingresó un 13,5 por ciento más hasta septiembre, con un gran aumento del margen de intermediación -ganacias derivadas de préstamos-, que creció un 15,5 por ciento respecto al mismo período de 2006.De momento, eso sí, descarta crecer por nuevas adquisiciones, ya que está centrado en la integración de los cuatro bancos que compró en Estados Unidos.