A pesar de que sus productos son muy queridos por los consumidores, el exigente paladar de los inversores está dando más de un susto a la compañía de alimentación. De hecho, las acciones de Campofrío encadenaron ayer su sexta sesión consecutiva en números rojos. Así, el fabricante cárnico fue el más bajista de la bolsa española, al dejarse un 5,66 por ciento, para terminar la sesión en los 11,50 euros.La cotización de Campofrío parece ir por delante de la propia empresa e incluso esta vez ha actuado como la crónica de una mala noticia anunciada.Al menos, desde el punto de vista del mercado.Y es que tras la salida, anunciada el lunes, de José Luis Macho Conde del cargo de director general de la compañía, y su relevo por Pedró Ballvé sólo se ha acentuado la salida de papel de la compañía. Así, el volumen de títulos intercambiados en la sesión de ayer, que casi alcanzó el medio millón, fue seis veces superior a los 80.000 que se negocian de media al diaria en el trimestre.La marcha del anterior director de Campofrío "por motivos personales y para emprender nuevas actividades profesionales" dejó a la compañía en manos de la zona de caídas del parqué, donde puede terminar el año si no cambia su tendencia. Y es que en lo que va de 2007 el valor acumula un retroceso de casi un 14 por ciento.Sin embargo, los expertos se muestran más optimistas con Campofrío que los inversores, ya que -según la agencia Bloomberg- todas las firmas que siguen el valor recomiendan comprar. Las firmas Fortis y BPI creen que la compañía podría llegar a los 17,30 euros, lo que supone un potencial alcista del 50,4 por ciento. Aunque un consenso de expertos más amplio, como el que recoge FactSet, ve sus títulos en los 16,85 euros.