El Tesoro paga un 28,5% más que en 2010 en una sindicación de bonos a 15 añosmadrid. El Tesoro Público español puso ayer la venda... antes de que la herida de la crisis de la deuda soberana europea sangre más. El organismo emisor sacó adelante una colocación sindicada de obligaciones a 15 años en un ambiente cada vez más crispado con respecto a los países periféricos. A los inversores les dio igual que fueran naciones ya rescatadas, como Grecia e Irlanda, o países que estén luchando contrarreloj para evitar ser ayudados, como Portugal. Pusieron todo su empeño en vender bonos helenos, irlandeses y lusos, un ejercicio que desembocó en que el rendimiento de todos ellos se disparara hasta los niveles más altos desde el nacimiento del euro en 1999 -en el caso de la deuda, la rentabilidad sube cuando el precio de los títulos baja-. En este contexto, el Tesoro español despachó como pudo la segunda operación sindicada del año y la primera de títulos a 15 años desde febrero de 2010. Y la comparación con este precedente muestra bien a las claras cómo ha cambiado la historia en el último año. Entonces, España captó 5.000 millones a un interés del 4,66 por ciento y con una demanda de 13.000 millones de euros. Ayer recaudó menos dinero -4.000 millones-, se encontró con una demanda inferior -7.000 millones- y tuvo que pagar un rendimiento un 28,5 por ciento más alto -se situó en el 6 por ciento, superior también al 5,87 por ciento vigente ahora en el mercado-. Pese a esta comparación, fuentes del mercado valoraron el resultado como "aceptable, dadas las actuales condiciones actuales". También subrayaron que refuerza la posición del Tesoro ante los vencimientos de abril, que rondan los 15.000 millones en deuda a largo plazo, con lo que el organismo podrá ser más prudente en los objetivos de financiación de las próximas emisiones. Esa prudencia será una virtud salvo que los líderes europeos calmen las tensiones periféricas en la Cumbre que mantendrán este viernes -ver páginas 37 y 38-. Como aperitivo, los inversores están caldeando el ambiente al cebarse con la deuda de los países más afectados. Ayer, la rentabilidad de los bonos griegos a 10 años repuntó del 12,33 al 12,84 por ciento; la de los irlandeses, del 9,41 al 9,57 por ciento; y la de los portugueses, del 7,55 al 7,63 por ciento. Emisión lusa y frenazo del euro En medio de este desconfiado ambiente, Portugal intentará conseguir hoy entre 750 y 1.000 millones de euros con una emisión de bonos a dos años. Ayer fue Grecia el que pasó por ese trance. Atenas captó 1.625 millones de euros en una emisión de letras a seis meses, por encima de los 1.250 millones previstos. Lo que no pudo evitar fue el incremento de los intereses, que repuntaron desde el 4,64 por ciento de febrero al 4,75 por ciento. La incertidumbre también se trasladó al euro. La moneda única sufrió la mayor caída desde mediados de febrero y se depreció un 0,4 por ciento contra el billete verde, hasta los 1,391 dólares.