El índice roza los 14.100 puntos pese a que UBS, Citigroup y Credit Suisse recortan sus previsiones madrid. "Un mismo equipo, con idénticos jugadores, puede ganar la Liga o bajar a Segunda División. Lo mismo ocurre en bolsa, donde el sentimiento de mercado marca que, con las mismas condiciones, los índices suban o bajen". Así explica Javier Barrio, director de ventas internacionales de BPI, lo ocurrido en los principales parqués internacionales durante la sesión de ayer. Desde la apertura de las bolsas europeas, se sucedieron noticias negativas en torno a la crisis de las hipotecas basura. Algo que, según los expertos, hace unas semanas hubiera hecho caer con fuerza a los principales parqués internacionales. Sin embargo, los inversores optaron por las compras.Tanto que, lejos de ser una jornada de pérdidas, el Dow Jones sobrepasó los 14.000 puntos con más fuerza que nunca para quedarse a las puertas de los 14.100 puntos, pero añadiendo un nuevo récord histórico a su palmarés. Así, ganó ayer un 1,38 por ciento, para colocarse a 14.087,55 puntos. Entre los principales índices del mundo, los norteamericanos son los únicos que han regresado a los niveles a los que cotizaban antes del comienzo de la crisis ocasionada por las subprime -hipotecas de alto riesgo-. Los inversores europeos no pasaron por alto el entusiasmo estadounidense, puesto que optaban por reducir posiciones antes de la apertura de Wall Street. Al final, índices como el Cac francés, el Dax alemán, el Ftse inglés y el EuroStoxx 50 cerraron con subidas de entre el 0,5 y el 1 por ciento. Por su parte, el Ibex escaló un ligero 0,18 por ciento, hasta 14.603 puntos.Tres financieras en problemasAntes del cambio de rumbo, la primera mala noticia había llegado con el anuncio de que UBS prevé registrar pérdidas de entre 360 y 480 millones de euros en el tercer trimestre de 2007 y suprimir 1.500 empleos en su división de banca de inversión -en principio los puestos españoles no se verían afectados en gran medida-. Más tarde hizo lo propio la entidad suiza Credit Suisse, al señalar que en sus cuentas también se sentirá el impacto de las hipotecas basura, aunque prevé que mantendrá beneficios en sus resultados.Y por último, fue el turno de una de las mayores entidades financieras, Citigroup, después de que su presidente y consejero delegado, Charles Prince, anunciara unas expectativas "claramente decepcionantes" para sus cuentas del tercer trimestre debido a los problemas en los mercados de crédito y en los valores respaldados por deuda hipotecaria.Pero lejos de castigar a estos títulos, los inversores les hicieron remontar: UBS escaló un 3 por ciento -después de llegar a perder más de un 4 por ciento-, Credit Suisse se apuntó un 1,8 por ciento y Citigroup llegó a estar cerca de una subida del 3 por ciento.Tampoco amedrentó al mercado la publicación de un mal dato manufacturero en Estados Unidos, que cayó por encima de lo previsto en septiembre, hasta el nivel más bajo del último semestre. Al contrario, las expectativas de una nueva bajada de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed) antes de fin de año animaron a los inversores norteamericanos. Una nota positiva la puso el ex presidente de la Fed, Alan Greenspan, quien aseguró en una conferencia celebrada en Londres que lo peor de la crisis hipotecaria está próximo a terminar. Difícil explicaciónPara los analistas, no están justificadas ni las subidas vividas ayer por el mercado, ni las caídas que se vivieron semanas antes. "Resulta muy complicado explicar una subida continuada de las bolsas como la observada en los últimos quince días. Y es cierto que el proceso se retroalimenta: el sesgo del mercado es claramente positivo. Incluso cuando los bancos se han delatado con un perfil de riesgos (y pérdidas) mayor del esperado, la respuesta de las bolsas ha sido positiva", señala José Luis Martínez, estratega en España de Citigroup.Algo en lo que se muestra de acuerdo Susana Felpeto, analista de Atlas Capital. Para la experta "la inestabilidad persiste en los mercados de crédito y es muy pronto para saber si va a haber una recesión, pero también para creer que todo ha pasado".