Le costará 880 millones de dólares y despedirá a 750 empleadosmadrid. En este mundo de extremos, el que hasta hace un año era el negocio del siglo ahora está estigmatizado y no sólo deja de ser rentable, sino que daña la imagen de los grandes grupos financieros. Por eso, casi cada día se conoce una nueva entidad -ya van 110, según la agencia Bloomberg- que anuncia el cierre, o un drástico recorte, de su tienda de hipotecas basura. Ayer le tocó el turno a HSBC, el mayor banco europeo por capitalización, que anunció el cierre por defunción del negocio de préstamo de este tipo de hipotecas, llamada Decision One, a raíz de la crisis desatada por los impagos de las mismas.Con esta decisión, el banco con sede en Londres deja en la calle a 750 empleados, que se unen a los 600 que anunció el mes pasado por el cierre de una oficina hipotecaria en Indiana. Aun así, un porcentaje mínimo de las cerca de 56.000 personas que la compañía emplea en Estados Unidos. HSBC ya se apuntó unas provisiones de 6.400 millones de dólares en sus cuentas del primer semestre, ante el riesgo del aumento de impagos entre sus clientes de más riesgo. El cierre de Decision One le costará otros 880 millones de dólares.Por otra parte, ayer se conoció en EEUU que Wilbur Ross, un inversor especializado en compañías en bancarrota, ha ofrecido 435 millones de dólares por la filial de servicios de American Home Mortgage.