El índice Ibex 35 pierde un 0,3 por ciento y ve peligrar el saldo positivo en 2007madrid. La bolsa española se despertó ayer aún dolorida por el golpetazo del 2,4 por ciento que había sufrido el Ibex 35 el miércoles, y no pudo sacudirse en toda la jornada estas sensaciones: al cierre cedió un 0,29 por ciento, hasta 14.198,4 puntos, lo que deja el avance anual reducido a unas cenizas del 0,37 por ciento. Sí lograron desprenderse del desasosiego el resto de mercados europeos, sobre todo tras sentirse queridos por Jean-Claude Trichet, el presidente del BCE. Hasta ahora, se había hecho el duro, apenas les había prestado atención. Pero ayer, con las lágrimas corriendo por las bolsas en forma de órdenes de venta, Trichet dijo que sí, que le preocupa la marcha de los mercados, que los seguirá de cerca para que no se depriman... Todo un padrazo.Palabras de ánimoLa plaza que más se emocionó en la zona euro fue la holandesa, que sumó un 0,8 por ciento. También la francesa, que bastantes penalidades está pasando ya con el castigo infringido a la cotización de sus grandes bancos durante la crisis. El índice Cac 40 se revalorizó un 0,45 por ciento al cierre de la sesión. Un comportamiento similar registró el Dax alemán.En España, en cambio, nada de sentimentalismos. Los inversores siguen vendiendo en masa títulos de las constructoras, a pesar de que éstas se han pasado los últimos años tratando de convencer al mercado de que ya no lo son, de que ahora son grupos energéticos y de servicios, que el ladrillo era una cosa del pasado. Los títulos de ACS, una de las que más se ha esforzado en este sentido tomando posiciones en Unión Fenosa e Iberdrola, entre otras, lideraron ayer los descensos, con una caída del 3 por ciento. Le siguió en la lista roja Acciona, que cayó un 2,5 por ciento, lo que demuestra que cuando los inversores están de mal humor les importa un pimiento que te hayas gastado un dineral en comprar Endesa. ¿O no? ¿No será más bien que esfuerzos financieros como los realizados por las dos compañías citadas son los que ahora les pasan factura ante el endurecimiento del crédito? Más bien parece esto último si se mira el tercer valor más castigado en la sesión, Ferrovial, que se gastó el año pasado cerca de 15.000 millones de euros para comprarse los aeropuertos británicos BAA, que ahora no dejan de darle problemas.Más caídas financierasLa moda está en sacudir a las constructoras (y grupos de servicios), pero no sólo a ellas: las entidades financieras siguen en el punto de mira. Ayer, cuatro de los diez mayores descensos del índice de referencia de la bolsa española los firmaron entidades del sector. El mayor, Banco Popular, que se dejó un 1,26 por ciento, mientras que la aseguradora Mapfre cedió un 1,24 por ciento.Las cosas pudieron ser peores en la sesión para el Ibex, que llegó a colocarse a menos de 50 puntos de los 14.000 durante la mañana, pero un grupo de valores se vino arriba en la recta final. De todos ellos sobresalió Enagás, que subió un 2,7 por ciento tras una recomendación optimista de Merrill Lynch. También avanzaron más del 2 por ciento Acerinox y Antena 3 TV. Y, curiosamente, una constructora: Sacyr Vallehermoso, que sumó un 1 por ciento a contracorriente.En este impulso final tuvo mucho que ver Wall Street, que tras las dudas iniciales, logró meterse en positivo a medida que el asalto del petróleo a los 75 dólares se desmoronaba. También tuvo su importancia los buenos datos publicados por centros comerciales, como Wal Mart. El Dow Jones subió al final un 0,44 por ciento.