Crisis 'subprime', inyecciones de liquidez, caos bursátil... todo lo que debe conocer para estar al díamadrid. Llegar a casa, deshacer la maleta, volver a llenar la nevera y… ponerse al día con todas las noticias del verano. Si usted es de los que no se llevan el ordenador portátil ni la PDA de vacaciones, es decir, de los que disfrutan desconectando de todo y de todos, necesitará una pequeña guía para enterarse de lo que ha sucedido en los mercados financieros en su ausencia.Probablemente lo que más le sorprenda es como, de repente, todo el mundo parece experto en hipotecas subprime (de alto riesgo) estadounidenses, un tema que a principios del verano era tan ajeno a los inversores como la prensa rosa a los intelectuales. El brutal aumento de morosidad que se ha dado en las hipotecas basura en Estados Unidos ha desatado una oleada de miedo y escepticismo entre los inversores que ha hecho sufrir mucho a los mercados mundiales. Los parqués perdieron brilloLa crisis de crédito provocó una sequía de dinero en los parqués y disparó la volatilidad, dejando un rastro bajista desde principios de julio hasta el 16 de agosto, aquel jueves negro en el que cundió el pánico y se desplomaron todos los mercados, además del oro, el petróleo y las divisas, en ventas en pos de la liquidez. Tras esa sesión para el olvido, ha habido réplicas en forma de fuertes caídas, síntoma de que el miedo aún no está superado.Aunque ya se habían detectado síntomas de que algo sucedía en los mercados. La primera señal de verdadera alarma la dio el banco francés BNP Paribas, que el 9 de agosto congeló tres de sus fondos ABS -que invierten en títulos de crédito-, que habían resultado indirectamente dañados por la crisis. Desde aquí comenzó el miedo de los inversores fue in crescendo, hasta culminar el 16 de agosto.El único que se salvó del batacazo de aquella jornada fue, como no podía ser de otra manera, el Vix, el indicador que mide la volatilidad del S&P 500, y que se usa como termómetro global del miedo en las bolsas. El último empujón que vivió el Vix en la sesión lo situó en los 30,83 puntos, el mismo nivel que alcanzó entre enero y marzo de 2003, poco antes de la guerra de Irak.El jueves negro fue la puntilla a una racha continuada de pérdidas en las principales plazas mundiales, que dejaron a todos los índices de la zona euro, a excepción del Dax germano, en números rojos en 2007. En Europa, la bolsa más sufridora fue la francesa. El Cac 40 perdió casi un 9 por ciento en julio y agosto, y a pesar de las últimas jornadas alcistas, continúa luciendo un saldo negativo en el conjunto del año.Los bancos fueron la piedra en el camino de las plazas mundiales, especialmente en el caso de las entidades galas, que sufrieron una rebaja de las estimaciones de beneficio para el conjunto del año por parte de Bear Stearns. Ni siquiera se salvaron los bancos españoles, que según los expertos están entre los europeos menos afectados por la crisis de crédito por su sólido modelo de negocio. BBVA salió mal parado, al dejarse casi un 7 por ciento en agosto. Sin embargo, Santander recibió un golpe más duro de encajar: el 15 de agosto perdió el primer puesto por capitalización del Ibex, que le arrebató Telefónica. A día de hoy, la operadora sigue siendo la reina de la bolsa española, y amplía la diferencia con respecto a Santander sesión a sesión.Inyecciones y tiposEn medio del caos, la Reserva Federal (Fed) estadounidense ha tratado de paliar la escasez de liquidez mediante inyecciones de dinero al sistema financiero. Las últimas fueron el 27, 28 y 29 de agosto, por un valor total de 16.750 millones de dólares. Desde que se agudizó la crisis, la Fed ha inyectado un total de 152.250 millones de dólares entre operaciones ordinarias y extraordinarias, según los datos disponibles en su página en Internet.Una iniciativa a la que también se apuntó el Banco Central Europeo (BCE). De hecho, el 9 de agosto tomó una medida sin precedentes: insufló 95.000 millones de euros al sistema bancario, 25.000 millones más que lo que adjudicó tras los atentados del 11-S. Posteriormente ha seguido proporcionando grandes cantidades de dinero a los bancos, pero en menor medida que la Fed.El BCE y la Fed, sin embargo, han adoptado posturas opuestas con respecto al futuro de los tipos de interés. Mientras el mercado espera que el banco de bancos norteamericano rebaje el precio del dinero en, al menos, 25 puntos básicos (actualmente está en el 5,25 por ciento), e incluso los más optimistas auguran un recorte de hasta 75 puntos básicos, el BCE no suelta prenda.Las palabras de Bernanke el viernes, que aseguró que "el consejo (de la Fed) actuará como sea necesario para limitar los efectos adversos en la economía que puedan surgir del desorden de los mercados financieros" apuntaron aún más a una bajada de tipos el próximo 18 de septiembre. En el caso de Trichet, presidente del BCE, éste ha optado por la ambigüedad en sus últimas declaraciones. Así, el presidente del BCE dejó la puerta abierta a que el próximo 6 de septiembre los tipos de la zona euro se mantengan en el 4 por ciento, frente a las predicciones anteriores a la crisis subprime, que apuntaban a una subida de, como mínimo, 25 puntos básicos.