La presidenta de Standard & Poor´s, Kathleen Corbet, dimite en medio de la crisiswashington. Las grandes agencias de calificación crediticia tendrán que dar la cara por su papel en la crisis hipotecaria norteamericana. El presidente del comité bancario del Senado de Estados Unidos, Christopher Dodd, aseguró ayer que pedirá la comparecencia de Standard & Poor's, Fitch y Moody's en el Congreso norteamericano para que expliquen por qué otorgaron elevadas calificaciones crediticias -notas a la solvencia financiera- a deuda respaldada con hipotecas de alto riesgo cuyo precio se ha desplomado durante las últimas semanas.Para el presidente del comité bancario y candidato a la presidencia del partido demócrata, las agencias hicieron "grandes daños" con sus calificaciones. "Desde mi punto de vista tienen mucho que explicar sobre las razones que les llevaron a otorgar calificaciones AAA -la nota crediticia más alta que puede recibirse- a una deuda que nunca lo merecía'', afirma Dodd.Desde que comenzó la crisis de las hipotecas basura, Moody's, Standard & Poor's y Fitch están en el ojo del huracán debido a que sus calificaciones no han servido para evitar la mayor morosidad registrada en la última década.El comité bancario del Senado de EEUU ya ha realizado una serie de audiencias para examinar las prácticas crediticias que, según Dodd y los reguladores federales, contribuyeron a aumentar el número de compras de hipotecas de alto riesgo. Pero las agencias de calificación no son los únicos objetivos de Dodd, que ya ha censurado a la Reserva Federal y otros reguladores bancarios por no hacer lo bastante para proteger a los consumidores.Primeras consecuenciasDe momento, ya han llegado las primeras repercusiones a las agencias internacionales. Así, Standard & Poor's aceptó ayer la dimisión de su presidenta a nivel mundial, Kathleen Corbet, que será sustituida por Deven Sharma, aunque desde la agencia han señalado que la causa de su marcha fue querer pasar más tiempo con su familia.De esta forma, Corbet podría ser la primera víctima de las hipotecas basura en las agencias de calificación, empresas que son examinadas más de cerca desde 2001, después de que Enron y WorldCom incumplieran una deuda por valor 41.800 millones de dólares.