Sube el precio del crudo -el barril de Brent ha avanzado casi un 5 por ciento en la última semana hasta superar los 72 dólares-, y con éste, la valoración de las petroleras por parte de los expertos. Ayer, Banesto y Kepler hicieron lo propio con Repsol. La firma holandesa subió el precio objetivo de la petrolera de 26,70 a 28 euros. Por su parte, los analistas del banco del grupo Santander fijaron el valor en 28,20 euros desde 25,10. Sin embargo, rebajaron su recomendación desde sobreponderar a mantener. Y es que la situación de Repsol está llena de luces y sombras. "Con los precios del barril al alza -apuntan fuentes cercanas al mercado-, las petroleras que no sólo venden derivados del crudo, sino que también explotan a los yacimientos obtienen mayores ingresos". Sin embargo, Repsol parece no tener mucho atractivo en bolsa. "No esperamos noticias que cambien la situación a corto o medio plazo", continúan los mismos analistas. Además, la venta de su filial argentina YPF a empresarios locales se está convirtiendo en un culebrón debido, "en parte, a la crisis de las hipotecas subprime y en parte a cuestiones políticas del país hispanoamericano", aseguran expertos a El Economista. A este problema se añade otro, de carácter meramente financiero. "Según nuestras estimaciones, Repsol cotiza a un PER sobre los resultados de 2008- el número de veces que está recogido el beneficio de una compañía en el precio de su acción- de 10,4 veces, el mismo que el sector, cuando suele hacerlo muy por debajo del resto de petroleras. Por ello, los inversores no están dispuestos a pagar lo mismo por sus beneficios, cuando "históricamente han pagado menos", advierten. La petrolera saludó la subida de su precio objetivo con un avance del 1,32 por ciento, hasta alcanzar 26,16 euros.