Mientras la Fed tranquiliza a EEUU con más dinero, crece la incertidumbre en la UEmadrid. Cada día que pasa, las diferencias de los bancos centrales europeo y estadounidense a la hora de encarar la crisis de las hipotecas de alto riesgo se hacen más patentes. La Reserva Federal (Fed) trata de enviar un mensaje de tranquilidad a los inversores, mediante inyecciones de liquidez al sistema bancario -la última ayer, de 9.500 millones de dólares- y dando esperanza sobre una futura bajada de tipos de interés.Aunque el Banco Central Europeo (BCE) también ha tratado de paliar la falta de liquidez en los mercados con inyecciones -en total ha desembolsado más de 251.000 millones para este cometido- no transmite un mensaje claro, sino todo lo contrario. Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, volvió a liar la madeja en la conferencia anual de la Asociación Económica Europea celebrada ayer. Trichet sólo comentó que el BCE no ha "hecho una nueva evaluación de la política monetaria desde el 2 de agosto", sugiriendo todo lo contrario que el pasado miércoles, cuando en un comunicado aseguró que la posición del banco central en política monetaria seguía siendo la expresada entonces. Es decir, "fuerte vigilancia", que traducido significa una subida de tipos de 25 puntos básicos. La decisión definitiva la tomará en la reunión que celebrará el 6 de septiembre, por lo que habrá que esperar hasta entonces para despejar las dudas del mercado. Dos semanas después se reúne la Fed.