Confía en la "buena salud" económica y el pago de las familias madrid. Muy pocas veces pero, en ocasiones, ocurre. El Partido Popular coincidió ayer con el Ejecutivo en la valoración que realizó sobre los posibles efectos que la crisis de las hipotecas basura que asola Estados Unidos y amenaza el sistema financiero internacional pueda tener en España. El principal partido de la oposición se mostró ayer optimista, como ya lo hiciera a principios de la semana pasada el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El PP descartó, en palabras de su secretaria ejecutiva de Política Social y Bienestar, Ana Pastor, una crisis hipotecaria en España como la americana basándose en dos aspectos. Por un lado, Pastor justificó su confianza en la premisa de que las familias españolas son "de las más cumplidoras de la Unión Europea". Por otro, la popular aseguró que el sistema financiero nacional goza de "buena salud". "El mercado hipotecario español es sólido por lo que la estabilidad está garantizada", destacó Pastor en una entrevista a Servimedia. El argumento de Zapatero para restar importancia a las posibles consecuencias económicas de la crisis giró en torno a una base similar: "Nuestra economía tiene fundamentos y bases muy sólidas para responder ante una situación de esta naturaleza".Pero, acto seguido, llegó la crítica. Pastor lanzó una "llamada" de alerta al Gobierno "para que mantenga esa seguridad y evite cualquier contagio", a la vez que cuestionó que el Gabinete de Zapatero "tendría que haber llevado a cabo reformas fundamentales" y reiteró la denuncia de que el Ejecutivo socialista "ha vivido de la herencia".Con todo, el PP presentó la semana pasada en el Congreso de los Diputados la comparecencia del vicepresidente económico Pedro Solbes para explicar las medidas adoptadas por el Gobierno ante la crisis hipotecaria.