Se une al polémico préstamo que pidió al supervisor británicomadrid. No está siendo una semana nada fácil para los dirigentes de Barclays. Primero, porque salió a la luz que el pasado martes pidió 461 millones de euros a través de una línea de crédito permanente que mantiene con el Banco de Inglaterra, algo que en opinión de los expertos se debe a una estrategia financiera errónea. Y segundo, por la dimisión que se conoció ayer del jefe de una división clave de estructuración de deuda europea de Barclays Capital, en una salida que coincide con las turbulencias que han sacudido al mercado de crédito. Por todo ello, sus títulos cayeron ayer un 2,63 por ciento.La causa de su renuncia se debe a los CDO, que son carteras de activos de deuda divididos y vendidos en partes, sobre la base de una exposición relativa al riesgo de moratoria. La demanda de CDO estaba creciendo ya que los inversores querían mayores rendimientos.Pero las reciente caída del mercado a causa de la crisis de las hipotecas basura estadounidenses, muchas de ellas empaquetadas en CDO para hacerlas más atractivas a los inversores, ha provocado que los reguladores y mercados miraran con preocupación a estos instrumentos.