"Si algo puede ir mal, irá mal". Esta máxima, nombrada por el ingeniero Edward Murphy a finales de los años cuarenta y que se ha convertido en un clásico de nuestra cultura, se puede perfectamente aplicar a la jornada que vivió ayer BBVA.El segundo banco español empezó el día con una buena noticia. Caja Madrid Bolsa, la sociedad de valores de la entidad madrileña, aseguró que la sociedad presidida por Francisco González tenía una "mínima exposición" a la crisis del crédito hipotecario. Los analistas de la firma madrileña añadieron que el mercado debe "empezar a distinguir y ajustar" los comportamientos de las sociedades que han resultado "realmente afectadas" por esta crisis de las que apenas lo han sido, "como es el caso de BBVA". Y es que el título de la entidad vasca es, en la actualidad, "uno de los más atractivos del mercado español".Sin embargo, en un momento de fuerte incertidumbre para los mercados, las cosas se torcieron poco después, con una mala noticia que llegó del propio banco. La Sicav Cifuentes de Inversiones, gestionada por BBVA Patrimonios, declaró a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que tenía, a fecha 31 de julio de 2007, el 2,6 por ciento de su patrimonio invertido en Parvest Dynamic ABS, uno de los fondos bloqueados por BNP Paribas. En cualquier caso, recordó que al no sobrepasar el 5 por ciento, la venta y adquisición de acciones de esta Sicav se realizarán por los procedimientos normales. El título de BBVA cayó un 1,06 por ciento, cerrando a 16,80 euros y, durante la jornada y llegó a perder un 2,06 por ciento. Por segundo día consecutivo, las entidades de crédito se convirtieron en un lastre para las bolsas españolas. Santander cayó un 0,52 por ciento hasta 13,39 euros y Sabadell un 0,53 por ciento, situándose en 7,44 euros.