La divisa europea ya se deprecia un 4% en las tres últimas semanasmadrid. Hay ocasiones en las que los árboles no dejan ver el bosque. Y la crisis de la deuda soberana es una de ellas. La atención la acaparan los árboles: Grecia, Irlanda, Portugal y España. Pero el verdadero problema reside en el bosque, es decir, en el riesgo de que el euro se rompa. En los últimos días, autoridades políticas como el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y economistas como Nouriel Roubini han advertido de la posibilidad de que la problemática actual acabe con la moneda única. "Lo que está en juego es el futuro del euro. Es un problema de toda la región, no de un país concreto", sentencia Pablo Guijarro, director de análisis macroeconómico de AFI. Lejos de quedarse en palabras, esa amenaza se ve corroborada por los hechos. En este caso, por el veredicto del mercado de divisas. Y está siendo incontestable, puesto que la divisa europea cayó ayer hasta su cambio más bajo contra el dólar estadounidense desde septiembre. Se depreció un 0,15 por ciento, hasta los 1,335 dólares, aunque durante la sesión osciló entre los 1,328 y los 1,343 dólares. De este modo, acumula una depreciación del 4 por ciento en las tres última semanas, es decir, justo desde que la Reserva Federal estadounidense envió su último estímulo monetario a la economía norteamericana. En el conjunto del ejercicio, el euro presenta un descenso del 6,8 por ciento contra el billete verde. En la reciente debilidad de la moneda única también influye la posibilidad de que el Banco Central Europeo prorrogue la barra libre de liquidez más tiempo del previsto por culpa la crisis periférica.