MADRID. Cartas boca arriba. La Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU, publicó ayer las actas de su última reunión, la que tuvo lugar los días 2 y 3 de noviembre, en la que acordó lanzar un estímulo adicional (QE2) de 600.000 millones de dólares a la economía norteamericana. Dicho documento mostró bien a las claras las razones por las que la Fed decidió imprimir más dinero, puesto que ve menos crecimiento y más paro en 2010 y 2011. Para este año, cree que la economía se expandirá entre un 2,4 y un 2,5 por ciento, cuando en junio preveía una horquilla situada entre el 3 y el 3,5 por ciento. Para 2011, las expectativas se reducen del 3,5-4,2 por ciento al 3-3,6 por ciento. En cuanto al desempleo, si hace cinco meses pronosticaba que se movería este año entre el 9,2 y el 9,5 por ciento, ahora lo sitúa entre el 9,5 y el 9,7 por ciento. Y en 2011, entre el 8,9 y el 9,1 por ciento, superior a la anterior banda del 8,3-8,7 por ciento. Al mismo tiempo, las actas reflejaron que algunos miembros de la Fed mostraron sus dudas sobre el QE2 porque puede generar "un efecto limitado" en la recuperación, debilitar demasiado el dólar y generar una inflación "indeseable".