El capitán del barco es el último en abandonarlo -preso de la responsabilidad de su cargo- manteniendo la confianza en su tripulación. Y por extensión, debería ser también el primero en subir a bordo. Esto es lo que sucede con Luis Portillo, que recién embarcado en la presidencia de Riofisa, ha realizado varias compras del capital de su inmobiliaria Colonial. La última, ayer cuando confirmó su confianza por babor y estribor, al adquirir un 0,319 por ciento de la compañía que preside, lo que se traduce en 4,5 millones de nuevas acciones que suma a su cartera. En ella, ya había un buen remanente de títulos de la compañía, y es que un día después de tomar el timón de su nueva adquisición -Riofisa- se conocía otra compra realizada con anterioridad; ésta, del 1,2 por ciento.De este modo, Portillo, reafirma su posición de accionista mayoritario, controlando ya un 38,813 por ciento del capital de su barco, Colonial. Además, la compañía informó ayer a la CNMV que ya ha completado la ampliación de capital que había puesto en marcha para financiar la compra de Riofisa. Precisamente, las dudas han salpicado la cubierta de esta compañía recién comprada, tras conocerse que Hacienda la está investigando por supuesto fraude fiscal, algo con lo que la inmobiliaria no está de acuerdo. De hecho, ha recurrido el acta y todavía continúa a la espera de que se tome una decisión.Lejos de atracar en buen puerto bursátil el poco volumen que tiene colocado en el mercado no se movió en la sesión de ayer, en la que cerró sin variación por segunda vez consecutiva. Su nueva dueña, Colonial, sin embargo, se anotó un avance del 3,78 por ciento, hasta 3,84. Con esta subida mejora un poco el balance anual que registra por el momento, y que se salda con un retroceso del 23 por ciento.