El horno bursátil no estaba para bollos ayer. En una sesión en la que cundió el recelo de los inversores, que decidieron recoger beneficios de forma masiva a lo largo y ancho de Europa, cualquier excusa era buena para vender. Y si no que se lo digan a Air France. La aerolínea gala, que se dejó un 6,27 por ciento, lideró las caídas del malogrado Cac 40, el índice de referencia francés, que fue el más bajista de los principales indicadores europeos. La causa fueron sus decepcionantes resultados: su beneficio operativo se situó en 415 millones de euros -desde el mes de abril hasta junio- es decir, un insignificante avance del 1 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, algo que distó mucho de las previsiones del mercado. Así, la onda expansiva dio de lleno a Iberia, que despidió el día con pérdidas del 5,51 por ciento.Por otro lado, y ante la posibilidad de que sea finalmente ella la aliada que buscaban Apax, Lara y Abelló para lanzar una oferta sobre Iberia, el volumen de títulos negociados de la aerolínea española en la jornada de ayer consiguió triplicar la media diaria trimestral. Además, sobre Iberia también se ciñó el temor de un recorte de liquidez y la posibilidad de que al final no reciba una oferta en firme de ninguno de sus pretendientes.Los expertos se muestran cautos en cuanto a su futuro. De hecho, de las firmas que siguen el valor, el 27 por ciento -según Bloomberg- recomienda comprar. ¿El más optimista? Santander Investment, que le otorga un precio objetivo de 4,50 euros, lo que supone para la compañía un potencial alcista del 45,6 por ciento -respecto a los 3,09 euros en los que terminó ayer-. Un consenso más amplio como es el de FactSet, también la valora positivamente, creyendo que tiene un potencial del 19,6 por ciento.