Los datos de importaciones y exportaciones pueden alejar la idea de una deflación a la japonesaMadrid. Ya tenemos sobre la mesa la última reunión de la Reserva Federal (Fed) y el correspondiente comunicado donde nos ha comentado la compra de 600.000 millones de dólares en bonos durante un plazo inferior a un año para intentar reactivar la economía. El importe en sí no ha afectado al mercado, ya que la noticia estaba filtrada en varios bancos de inversión, aunque su efecto a corto plazo sí parece positivo para los mercados aunque es difícil de entender por parte de los inversores. ¿Se imagina un inversor que un banco le pague por un depósito a un año un 0,50 por ciento y que encima tenga una inflación superior al 2 por ciento?, ¿Qué haría en esta situación donde está perdiendo un 1,50 por ciento en poder adquisitivo? La respuesta es sencilla, comprar activos que en rentabilidad superen la inflación, y estos activos son los llamados "activos de riesgo", o lo que es lo mismo, de lo que estamos hablando es de la renta variable. Con esto la Fed consigue un doble objetivo: que suba la bolsa, como ya se vió la semana pasada y que el inversor recupere la confianza y gaste más porque se incrementa su riqueza (cartera de valores). De los riesgos de esta "última bala" nadie comenta nada porque no interesa, pero es muy elevado. ¿Por qué es importante? Toda referencia de precios es importante y seguida en los mercados por la influencia que tienen éstos sobre la política monetaria del banco central americano. Actualmente tienen aún mayor importancia porque la desaceleración económica está generando una caída generalizada de los precios y nos avisa de un riesgo mayor en los mercados: hablamos de la deflación de activos o bajadas constantes de precios. Ante esto la mejor medida en política monetaria es debilitar la divisa para que los productos importados generen inflación y para crecer vía sector exterior incrementando las exportaciones y esto es lo más probable que sigamos viendo en los mercados. Una inflación de precios de productos importados hace más competitivos los productos domésticos, lo que a su vez puede generar empleo en el país. El inversor, por tanto, tiene que tener en cuenta que la publicación del dato es mensual y como todo dato de precios tenemos varias referencias para analizar. En primer lugar tenemos los cambios interanuales, que nos reflejan los cambios del índice en los últimos doce meses, y por otro lado tenemos los cambios mensuales respecto al mes anterior. Normalmente, por la volatilidad de los mismos, el mercado suele seguir las referencias anuales. Junto a estos datos se publica también la inflación subyacente, que es la que se excluye del dato los alimentos frescos y elaborados y la energía y esto es lo que sigue el mercado. Los últimos datos que tenemos siguen marcando una caída generalizada de los precios de importación. El efecto sobre los activos con el dato de Precios de Importación y Exportación afecta a todo lo relacionado con tipos de interés (bonos) y divisas, principalmente el dólar. Dentro de esta serie de activos, los fondos cotizados que nos relacionan directamente con el dato son: Bonos Alcistas: Barclays 20 Years Treasury (TLT), Bonos Bajistas: Ultrashort 20 years Treasury (TBT), Bonos Inflación: Barclays TIPS (TIP), Divisas Alcista €/$: Currency Shares Euro Trust (FXE). Como era de esperar la compra masiva de bonos por parte de la Fed ha generado una espiral alcista de todos los activos de riesgo (bolsa y materias primas) que es la intención de la propia Reserva Federal. Nos acercamos a los máximos anuales (1.230 puntos del S&P500) y esto ya es otra historia porque tenemos que romper el 61,80 por ciento de toda la caída desde los máximos del 2007.