La aerolínea se deja un 48% desde su salida a bolsa y su precio empieza a llamar la atención de los rivales madrid. La situación de Vueling ha cambiado como pocas durante los últimos meses. En febrero cotizaba en sus máximos históricos, 46,7 euros, con unos planes cada vez más optimistas. Seis meses después, la aerolínea no parece la misma y se ha desplomado hasta los 15,38 euros a los que cerró ayer, su mínimo bursátil. Cayó un 2,6 por ciento, y, según los expertos, a estos precios abre las puertas a una oferta por parte de alguna compañía rival. ¿Cómo ha llegado a este punto Vueling? Principalmente porque ningún factor la ha acompañado durante los últimos meses. La salida de su máximo accionista, Apax; el aumento de la competencia en España; la subida del precio del petróleo y, por último, la revisión a la baja de sus previsiones, la han penalizado en el parqué hasta el punto de hacerla perder ya un 48 por ciento desde su salida a bolsa.Pero para los analistas el castigo ha sido excesivo, y ninguno establece un precio objetivo por debajo de su cierre de ayer. Precisamente por estar infravalorada, desde Banca March señalan la posibilidad de "que, si la acción sigue debilitada, Vueling se convierta en objetivo de compra incluso para la propia Iberia", empresa que informó el pasado jueves que tiene 2.200 millones en caja, por los 229 a los que capitaliza su rival de bajo coste. Tampoco descarta esta opción Paula Sampedro, de Link Securities, quien opina que "el posicionamiento de Vueling le hace atractiva a medio plazo, más para una low cost de mayor tamaño". Sin embargo, asegura Sampedro, "dudo que los últimos accionistas que han entrado en su capital vendieran tan barato".PrudenciaDe momento, la mayoría de los expertos aconseja mantenerse cautos en torno a los títulos de Vueling. Así, entre las últimas cinco recomendaciones tan sólo una es de comprar. Y es que JPMorgan, uno de los broker con más prestigio dentro del sector de aerolíneas, redujo ayer su consejo bursátil de comprar a mantener. Desde la compañía aseguran que las perspectivas de negocio siguen siendo buenas debido al crecimiento de la tasa de ocupación, la juventud de su flota, la baja implantación de las low cost en España y Francia y su fortaleza en el aeropuerto de Barcelona.