Su cotización llegó a caer un 0,2% tras llevar a cabo la mayor ampliación de la historia, valorada en 52.300 millonesMADRID. Una gran operación a la que se hizo esperar una gran respuesta. El mercado tributó ayer en un primer momento una fría acogida a los nuevos títulos de la brasileña Petrobras, que el pasado viernes cerró la mayor ampliación de capital de la historia, que reportó a la compañía 60.000 millones de dólares -unos 52.300 millones de euros-. En el ecuador de la sesión la compañía sufría una caída del 0,9 por ciento, aunque finalmente logró cerrar con un avance superior al 2 por ciento. Este comportamiento contrastaba con el del Bovespa, de referencia en la Bolsa de Sao Paolo, que repuntaba un 0,9 por ciento. Operación histórica Ese titubeo del mercado no resta trascendencia a una operación que resulta histórica por varios motivos. No en vano, convierte a Petrobras en la tercera mayor compañía petrolera del mundo por valor bursátil, con casi 210.000 millones de dólares, por detrás de la norteamericana Exxon Mobil, que supera los 311.000 millones dólares, y la china PetroChina, con cerca de 265.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, dota a la compañía de los recursos suficientes para afrontar el ambicioso plan estratégico diseñado para el periodo 2010-2014, lustro en el que tiene previsto invertir 224.000 millones de dólares. Con este desembolso, podrá financiar el mayor plan de exploración petrolero del mundo y que catapultará a Brasil como operador de referencia global, puesto que podrá llevar a cabo la exploración de nuevos pozos y la explotación de los ya descubiertos. Consciente de esta importancia, el Gobierno brasileño no quiso perder este tren y por ello una parte de la emisión, por valor de 33.000 millones, le ha sido entregada, a cambio de los derechos de exploración de yacimientos concedidos. Se trata de un cambio de cromos, por el que la compañía tendrá acceso a los principales recursos de hidrocarburos del país. En el marco de esta operación, el Gobierno brasileño aumentará su participación del 40 por ciento actual al 48 por ciento. "Nunca antes en la historia de la humanidad hubo un proceso de capitalización de esta envergadura", aseguró el presidente, Lula Da Silva, para valorar la operación.