La entidad monetaria y el Gobierno nipón emprenden nuevas medidas de estímulo para reactivar el crecimientomadrid. Las autoridades japonesas se sincronizaron ayer para lanzar su enésimo plan de estímulo con el que reactivar la alicaída economía nipona y, ya de paso, tratar de aplacar la escalada de su divisa, el yen. En una reunión de urgencia, el Banco de Japón (BoJ) acordó mantener los tipos de interés en el 0,1 por ciento y poner a disposición de los bancos otros 10 billones de yenes -unos 93.000 millones de euros- mediante inyecciones de liquidez a seis meses, una medida que complementa los 20 billones -186.000 millones de euros- que ya venía suministrando con operaciones de financiación a tres meses. En paralelo, el Ejecutivo presentó un programa de inversiones de 920.000 millones de yenes -unos 8.500 millones de euros-. "El Banco cree que la relajación de las condiciones monetarias, junto con los esfuerzos del Gobierno, será efectiva para asegurar una mayor recuperación de la economía japonesa", expuso el BoJ en un comunicado oficial. Los mercados, sin embargo, no mostraron la misma confianza. Es más, se sintieron decepcionados con las medidas. Esperaban más de una reunión que se celebró fuera del calendario oficial y en torno a la que se habían generado expectativas sobre una intervención en el mercado de divisas para atemperar la marcha alcista del yen. "Quizás el BOJ se reserva a la reunión de los días 6 y 7 de septiembre para evaluar el impacto de la decisión adoptada y poder calibrar la posibilidad de medidas adicionales, como la expansión en la compra de deuda en el mercado", valora José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. El yen, que antes de conocerse las medidas -a las cinco de la mañana, hora española- bajaba contra el euro y el dólar, cogió carrerilla a continuación -ver gráfico-. Así, se apreció un 1,1 por ciento contra la moneda única, hasta los 107,5 yenes, mientras que contra el billete verde subió un 0,6 por ciento, hasta los 84,5 yenes. De este modo, se mantuvo cerca de sus cambios más altos frente al euro desde 2001 y frente al dólar desde 1995. "La reacción del yen demuestra que el temor del mercado era que se hubiera anunciado alguna iniciativa más contundente. Si la conclusión del BoJ es incrementar su suministro de liquidez, no es suficiente para debilitar el yen sustancialmente", declaró Camilla Sutton, estratega de divisas de Bank of Nova Scotia, a la agencia financiera Bloomberg. La timidez del BoJ tampoco convenció al índice Nikkei 225, aunque éste, al menos, pudo reconquistar los 9.000 puntos en su tercera sesión seguida de ganancias. Subió un 1,7 por ciento, hasta los 9.149,2 puntos, aunque antes de las medidas llegó a avanzar más de un 3 por ciento y rozó los 9.300 puntos. Wall Street cae más del 1% Si bien la recuperación del 9.000 regaló una apertura alcista a los parqués europeos, la fortaleza inicial se fue disipando conforme evolucionó la sesión. Así, el Ibex 35, terminó con un descenso del 0,12 por ciento, en una jornada en la que el volumen de negociación se limitó a 933,6 millones de euros. Peor fue el comportamiento de Wall Street. Las palabras de Barack Obama sobre las dudas de la economía llevaron a los mercados norteamericanos a caer más de un 1 por ciento y al S&P500 perder su soporte de los 1.050 puntos. El Dow Jones, sin embargo, logró cerrar por encima del suyo: los 10.000 puntos.