El metal remonta su mal inicio de año y ya acumula una escalada superior al 13% en 2010A su favor juega su condición como activo refugio y su utilización en joyería y el sector industrialmadrid. La convulsión que atraviesan los mercados financieros, revueltos por la amenaza de caer de nuevo en la recesión, no impide la aparición de nuevas oportunidades de inversión. Si lo que busca es un extra de rentabilidad invirtiendo en un activo que gane terreno en una situación de mercado tan volátil como la actual, la plata puede ser su candidato. Su revalorización de más del 13 por ciento en el año no le impide iniciar un nueva etapa alcista que apunta a su máximo histórico de los 21,9 dólares registrados en el año 2008. O lo que es lo mismo, por delante puede quedarse un potencial alcista de más del 10 por ciento. Después de todo, el principal atractivo de la plata reside en el hecho de que no sólo se trata de un metal precioso muy utilizado en el sector de la joyería, sino también cuenta con una fuerte demanda del sector industrial y, además, actúa como activo refugio siguiendo la estela del oro. En lo que va de año, acumula ya una revalorización de dos dígitos y supera ya los 19 dólares. Es decir, una evolución similar a lo que está protagonizando el oro en 2010. Sin embargo, la diferencia está en que mientras que la demanda del oro le ha llevado a marcar en el mes de junio un nuevo máximo histórico en los 1.257 dólares la onza, la plata se encuentra ligeramente por debajo del máximo anual y a una distancia de más del 10 por ciento de su máximo histórico marcado en 2008 en los 21,9 dólares. A las puertas de la subida libre Desde Bolságora señalan, además, que tras encadenar tres sesiones al alza y superar los 19 dólares, la plata deja atrás su tendencia bajista y podría experimentar una "subida libre" como en el caso del oro. "Es una oportunidad para tomar nuevas posiciones alcistas, teniendo como objetivo inicial los máximos históricos del metal de los 21,50 dólares", explican. Y sólo en el caso de que pierda los 17,7 dólares se observarían señales de debilidad. Para aquellos inversores que están interesados en invertir en el metal, la mejor opción es hacerlo a través de fondos. Para ello cuentan con dos opciones: ganar exposición a la plata a través de un fondo tradicional o con un ETF (fondo cotizado). La diferencia reside, por un lado, en las comisiones -suelen ser más bajas en el caso de los ETF- y en la liquidez. Después de todo, mientras que invertir en un fondo de inversión tradicional supone, sobre todo, en una estrategia a largo plazo, los fondos cotizados gestionan los activos como si se tratara de acciones.