Los malos datos macroeconómicos de EEUU lastraron un 1,6% al principal índice españolAcerinox, Gamesa y Sacyr marcaron un nuevo suelo y otros 6 valores están a un 10% de mínimosmadrid. El temor a una doble recesión es cada vez más palpable en el mercado. Al menos, así lo demostraron los ánimos en los principales parqués europeos, donde se registraron caídas de en torno al uno por ciento e incluso superiores en algún caso, como el español, donde rozaron el 1,6 por ciento. No obstante, hay justificaciones para todos los gustos. Para quienes prefieren fijarse en indicadores adelantados (sobre todo en lo que a riesgo de deflación, o caída de los precios, se refiere) como Japón, el Nikkei perdía hace dos días el nivel clave de los 9.000 puntos, dejando poco margen de optimismo. Pero aquéllos que optan por tomar el pulso directamente a la economía a través de los datos macroeconómicos, también tuvieron excusas ayer para retrasar la idea de una pronta recuperación económica. Y todo porque las ventas de viviendas nuevas en EEUU cayeron inesperadamente en el mes de julio. Además, fue sólo un día después de que se diese a conocer que el mercado residencial de segunda mano también se había desplomado, una vez retirados los estímulos fiscales al sector norteamericano. Para más inri, los pedidos de bienes duraderos, una pista para tomar el pulso al ritmo del sector empresarial, también se incrementaron menos de lo previsto. Y, en medio de este remolino, también hubo quien aprovechó para añadir más pilares a la idea de una nueva recesión. David Rosenberg, ex economista jefe de Merrill Lynch, advertía ayer de las falsas señales de recuperación, como los últimos datos positivos del crecimiento de la primera economía del mundo. Acción, reacción Con todo este cóctel, el engranaje del mercado se puso a funcionar. La renta variable no encontró motivos para seguir al alza. El Ibex perdió la cota psicológica importante: los 10.000 puntos y el Dow Jones lo hizo por momentos, aunque logró mantenerse por encima de este nivel al cierre de la sesión e incluso cerrar en positivo. Desde que se dio por finalizado el rebote bursátil iniciado a principios de junio, es decir, desde el 3 de agosto, el principal índice español cede casi un 9 por ciento, enterrando los 10.000 puntos que tanto le costó reconquistar en el mes de julio. Como consecuencia de estos descensos, tres valores españoles se encuentran en mínimos anuales (Acerinox, Gamesa y Sacyr), y otras seis compañías están a menos de un 10 por ciento de su precio más bajo en 2010 -ver gráfico-. Mientras, en la mente de muchos inversores planeaba una pregunta: ¿es momento de arriar las velas? Los expertos de Bolságora consideran que, perdido ese nivel, "la bolsa todavía tiene que corregir un 5 por ciento más para tomar decisiones drásticas". Por el momento mantienen todas sus estrategias sobre índices (salvo casos puntuales como el cierre de la operativa alcista sobre el Cac 40 francés, y la reducción de la exposición a Japón, a través del Nikkei). De vuelta al refugio La siguiente tecla que apretaron los inversores fue de nuevo la de la renta fija. En cuanto se conocieron los malos datos de EEUU la rentabilidad del bono norteamericano a 10 años marcó un nuevo mínimo (el rendimiento baja cuando se producen compras), al llegar a situarse en el 2,42 por ciento, es decir, en niveles de enero de 2009. Aunque su caída también se moderó conforme avanzó la jornada. En España sucedía algo similar: el rendimiento del bono a 10 años cedía por debajo del 4 por ciento por primera vez desde el 17 de mayo. Prueba de que el nerviosismo del mercado se ha acrecentado en las últimas semanas es el comportamiento del índice VIX, un termómetro de la volatilidad de la bolsa americana. Éste ha experimentado una escalada del 28 por ciento desde principios de agosto, hasta los 27 puntos. La última pieza en encajar, la de las divisas, también reflejó las dudas del mercado con una nueva muestra de debilidad del dólar. Se depreció un 0,24 por ciento frente al euro.