Los analistas advierten de que puede producirse un giro bajista que arruine la reacción bursátilLa fortaleza del yen y los decepcionantes datos de China y Reino Unido deprimen a los parquésmadrid. Sigue habiendo miedo en los mercados. La jornada de ayer así lo confirmó cuando las bolsas, después del mensaje de la Reserva Federal (Fed), se tiñeron de rojo. Los principales índices europeos cerraron con pérdidas superiores al 2 por ciento. En el caso del Ibex, en el que se negociaron 2.639 millones de euros, el retroceso ascendió al 3,21 por ciento, hasta terminar en los 10.374 puntos. "Todo apunta a que pintan bastos en la renta variable internacional, no compensa mantener una elevada exposición. El riesgo en estos momentos es que el giro bajista acabe derivando en caídas que habiliten la reanudación de la tendencia bajista iniciada en los altos del año", afirma el analista técnico de Bolságora, Joan Cabrero. La mayoría de los expertos consultados califica de "correctas" y "prudentes" las medidas adoptadas por la Reserva Federal, aunque de lo que no cabe duda es que las perspectivas de que la recuperación económica podría ser más modesta de lo que los mercados habían anticipado a principios de 2010 no fueron muy bien recibidas. "El discurso ha sido muy prudente, pero parte del mercado consideraba necesario que se tomaran medidas con más liquidez", explica Susana Felpeto, de Atlas Capital. China, Japón... Las medidas adoptadas por la Reserva Federal (Fed) no fueron el único desencadenante que llevaron a las bolsas a los números rojos. Hubo más bastos en la sesión de ayer. El mal comportamiento de las bolsas mundiales se produjo por un cúmulo de circunstancias. "La caída del Ibex no sólo se debe a las medidas de la Fed, sino que también se ha visto pronunciado el descenso porque los futuros vienen cayendo más de un 1 por ciento y por los datos macroeconómicos de China, que parecen apuntar a una desceleración en el crecimiento de su economía con la consecuente menor aportación al crecimiento económico mundial que puede conllevar", explica la analista de Renta 4 Nuria Álvarez. Y es que, después del anuncio de la Fed, las bolsas asiáticas abrieron y China publicó unos resultados macro negativos. El miedo a la ralentización de la economía provocó que la divisa de una de las grandes economías del mundo, Japón, se disparase. El yen alcanzó su nivel más alto en 15 años, lo que desencadenó al mismo tiempo una oleada de ventas en el Nikkei japonés, que le llevaron a retroceder un 2,7 por ciento. A lo que hay que sumar que cuando Europa se despertó, Reino Unido anunció una reducción en sus previsiones de crecimiento. Todo ello sentó como un jarro de agua fría. Recogida de beneficios La decisión del banco central de Estados Unidos de comprar deuda ante los signos de debilidad que ha mostrado confirma que la economía sin ayuda todavía no es capaz de crecer. Por eso, muchos inversores decidieron ayer vender y beneficiarse así de la subida del 19,6 por ciento que acumula el Ibex 35 desde que marcó mínimos el pasado 8 de junio. Así lo corrobora la estratega de IG Markets, Soledad Pellón, quien afirma que "la desaceleración se ha hecho más latente cuando la Fed ha tenido que activar de nuevo los estímulos, de ahí que al encontrarnos en niveles relativamente altos en términos de renta variable se hayan visto ventas fuertes, que bien pueden haber sido por toma de beneficios". Por su parte, José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, considera que "la reacción negativa de los mercados se debe a que la decisión de la Fed muestra que el escenario macro ha evolucionado a peor, que no ha logrado avanzar más que mantener el tamaño de su balance y mantener los tipos y se trata de una decisión no consensuada".