La brecha entre la deuda española y germana baja hasta los 136,9 puntos básicosmadrid. Ni en sus mejores sueños hubiera esperado el Tesoro Público que julio iba a dejar un sabor de boca tan agradable. A priori, el mes no podía ofrecer más complicaciones. Por un lado, España afrontaba el vencimiento de casi 25.000 millones de euros en deuda pública. Y por otro, el organismo emisor tenía que salir al mercado para conseguir financiación en un entorno hostil, reflejado en la prima de riesgo más alta desde 1996. Ambos trances, sin embargo, se han superado con holgura. España ha pagado sin problemas y las colocaciones de deuda se han abaratado por primera vez desde el recrudecimiento de la crisis soberana en la zona euro. La caída de los intereses exigidos por el mercado se deriva de la moderación de la prima de riesgo, medida a través de la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años. Si a mediados de junio alcanzó los 221 puntos básicos -ó 2,21 puntos porcentuales-, ayer se estrechó hasta los 136,9 puntos básicos, la brecha más reducida desde mayo. Lo ha hecho posible el descenso del rendimiento de los bonos españoles, que ha pasado del 4,88 al 4,14 por ciento en el último mes. La demanda ayuda Este estrechamiento facilitó sobremanera la subasta de letras a tres y seis meses que ejecutó ayer el Tesoro. Sobre todo, porque, de media, la operación salió un 27 por ciento más barata que hace un mes. El rendimiento medio de los títulos a tres meses se redujo del 0,91 al 0,67 por ciento; para las letras a seis meses, el descenso fue del 1,57 al 1,14 por ciento. Este abaratamiento fue el segundo consecutivo, después de que la semana pasada también descendiera el interés medio en la subasta de letras a 12 y 18 meses con respecto a la anterior emisión. Además, el retroceso del rendimiento no impidió que el Tesoro cumpliera ayer su objetivo de financiación. Se había propuesto conseguir entre 2.500 y 3.500 millones de euros, y apuró al máximo la horquilla, puesto que captó 3.430 millones. Para ello, contó a su favor con una elevada demanda. La de las letras a tres meses alcanzó los 5.512,4 millones, con lo que cubrió 5,67 veces los 971,4 millones lanzados. Y las peticiones para los títulos a seis meses se situó en los 5.416,5 millones, 2,2 veces por encima de los 2.457,9 millones emitidos.