Las caídas que se iniciaron en los máximos del pasado 21 de junio tuvieron continuidad la semana pasada y han provocado que comiencen a perderse soportes clave que, de forma general aparecen en la zona de mínimos de febrero y mayo. Un ejemplo lo encontramos en el S&P 500. La cesión de soportes clave como son los 1.040 puntos confirma un patrón de giro bajista que sugiere el fin de la tendencia alcista iniciada en marzo de 2009. El Nasdaq 100 ha confirmado uno similar, si bien es cierto que los alcistas podrían tratar de agarrarse al hecho de que el soporte clave de los 1.700 puntos (mínimos de febrero) sigue manteniéndose en pie, del mismo modo que ocurre con soportes decrecientes en el Russell 2000 o el Dow Jones Industrial. El mantenimiento de estos soportes unido a la fortísima sobreventa y a que los principales índices europeos aún se mantengan por encima de sus mínimos anuales, hace que nos mostremos prudentes a la hora de dar por terminadas posibles mayores alzas en próximos meses. Es cierto que estas posibilidades han quedado muy mermadas pero no sería la primera vez que los alcistas son capaces de resurgir de sus cenizas. En lo que se refiere a la sobreventa, para que sean conscientes de lo elevada de la misma, decirles que el Nasdaq 100 nunca antes en toda su historia había sido capaz de cerrar de forma seguida 10 días por debajo de niveles donde había abierto. En el 1.994 los bajistas lograron 9 sesiones consecutivas. Esto nos advierte de que la sobreventa es elevadísima y que la presión bajista es muy fuerte. Habrá que ver si los bajistas logran romper soportes clave con tanta sobreventa.