El envejecimiento y la deuda privada serán considerados agravantesbruselas. La Comisión Europea detalló ayer su propuestas para que los Gobiernos de la zona euro se tomen más en serio la lucha contra el déficit y la deuda pública. Propone exigir provisiones a los países cuyos déficits vayan camino de dispararse, y que no estén haciendo caso a las advertencias de la UE. Los países cuyos déficits ya se hayan disparado verían congelada la recepción de los fondos comunitarios. Y si no acatan las soluciones propuestas por Bruselas, podrían perderlos definitivamente. Bruselas propone que el cierre del grifo a las ayudas de la UE afecte a todos los fondos. Si afectara sólo al Fondo de Cohesión y a los Fondos Estructurales, la sanción sería discriminatoria porque sólo van dirigidos a los países y a las regiones más desfavorecidas. Al incluir la ayuda al campo, también se afecta a países ricos como Francia o Alemania. Bruselas asegura que los Estados sancionados dejarán de recibir los fondos agrícolas, pero tendrán que seguir entregando a sus agricultores las ayudas como si continuaran recibiéndolas. Bruselas propone ser más exigente en sus expedientes contra los países con déficit excesivo: las deudas públicas elevadas serán una especie de agravante principal y, en segundo lugar, la acumulación de deuda privada y el envejecimiento de la población, dos problemas que reúne España. Bruselas también prestará más atención a los lastres sobre la competitividad de los Veintisiete y, entre otros indicadores, seguirá con atención la evolución de los costes laborales y la de los precios del sector inmobiliario. Una vez más, España será vigilada con lupa. Visto que la inestabilidad se contagia, la UE se inmiscuirá en temas que antes se consideraban nacionales.