No se puede estar casado con una mujer y, a la vez, intentar conquistar a su hermana, igual que no se debe ser el primer accionista de una aerolínea y seducir a una de sus competidoras. Ésta podría ser la reflexión que ha realizado el fondo de capital riesgo Apax Partners, que ayer decidió colocar la participación de más de un 20,97 por ciento del capital que controlaba de Vueling entre inversores. Apax es una de las que podría estar interesada en pujar por Iberia (véase página 11).El fondo se desprendió de la participación a 31 euros por acción, un 8,34 por ciento por debajo del cierre de Vueling en bolsa en la jornada anterior, a 33,82 euros. Una diferencia que no pasó desapercibida para los inversores bursátiles, que penalizaron a la empresa. Las acciones de la aerolínea se dejaron un 8,49 por ciento, para despedir la jornada a 30,95 euros, muy cerca de su cierre histórico más bajo en bolsa, que marcó el 14 de diciembre a 30,75 euros. La salida de Apax ha dejado a Vueling sin el que era su principal accionista. Goldman Sachs, que se encargó de la colocación, no facilitó ningún dato sobre quienes habían sido los compradores, tan sólo explicó que la venta se había producido entre inversores cualificados españoles y extranjeros. Al cierre del mercado, el registro de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) no facilitaba ningún dato sobre si algún inversor había adquirido una participación igual o superior al cinco por ciento de Vueling. La venta se ha producido justo después de que finalizara el plazo -lo hizo el 31 de mayo- en el que Apax se comprometía a no reducir su participación tras la salida a bolsa el 1 de diciembre. La limitación le ha salido rentable al fondo de capital riesgo, que ha ganado un euro por acción más. Vueling se estrenó a 30 euros.