Las compañías han encontrado en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) el refugio perfecto para resguardarse de las restricciones del crédito bancario y conseguir la financiación necesaria para seguir desarrollando su actividad.Y es que después de que los bancos cerraran el grifo de la financiación, muchas empresas han recurrido a este mercado, diseñado para pequeñas y medianas empresas, con el objetivo de poder solventar los importantes problemas que tienen de liquidez, que no de solvencia, para continuar desarrollando sus planes de crecimiento. Necesidad de liquidez Aunque las compañías recurran al Mercado Alternativo Bursátil en busca de financiación, los valores que cotizan en el MAB -actualmente Zinkia, Imaginarium, Gowex, Medcom Tech y el periódico económico gratuito Negocio- han tenido que derribar la barrera de que sus títulos se acaben cruzando en el parqué con bastante liquidez. Al colocarse la mayoría de las compañías en este mercado entre inversores 'cualificados' surge el problema de que estos accionistas no tienen la intención de vender sus títulos. El inversor cualificado compra entre 25.000 y 50.000 euros de la compañía y su intención es sentarse en el valor durante bastante tiempo porque cree en el proyecto de la firma. Para evitar que este tipo de inversor condicione la negociación del título se designa un proveedor de liquidez. Según explica Bolsas y Mercados Españoles (BME), el objetivo de esta figura es "favorecer la liquidez de las transacciones, conseguir una suficiente frecuencia de contratación y reducir las variaciones en el precio cuya causa no sea la propia tendencia del mercado". El proveedor de liquidez es la figura encargada de ofrecer una contrapartida ante unos importes determinados. Y es que en un mercado como el MAB, dirigido a compañías de pequeña capitalización, se corre el riesgo de que haya empresas en las que no se pueda comprar y vender sin que los precios se vean afectados. Según explican desde Banesto Bolsa, el proveedor de liquidez de la creadora de los dibujos de Pocoyó y de la cadena de juguetes Imaginarium, la liquidez del MAB es mayor que la de algunas de las compañías más pequeñas del Mercado Continuo. Sin duda, el Mercado Alternativo Bursátil supone para muchas empresas una gran oportunidad. De ahí que se calcule que se incorporarán a él, aproximadamente, una docena de empresas anualmente en busca de las ventajas que ya tienen las compañías que intercambian sus títulos en el AIM -Mercado Alternativo de Londres- o en el europeo Alternext. El asesor, una figura con tradición No obstante, no todas las compañías están en condiciones de poder formar parte de esta pequeña, pero creciente, familia que es el MAB. Y por ello, como la experiencia es un grado, el MAB ha tomado como referencia del Mercado Alternativo de Londres la necesidad de que las empresas que quieran cotizar en él cuenten con un asesor registrado. Una figura, regulada y designada por el MAB, que se convierte en el nexo de unión entre la empresa y el mercado. Los orígenes de esta figura se remontan a los Nominated Adviser del Mercado Alternativo de Londres (AIM). Cuando se creó, hace quince años, el AIM, fueron conscientes de que muchas de las empresas no contaban con un equipo directivo capaz de colocar la compañía en el parqué y llevar su día a día en bolsa. De modo que la responsabilidad de las compañías de dicho mercado se delegó en un asesor independiente. Tal es la importancia que tiene esta figura desde sus orígenes que cada compañía está obligada a tener uno en todo momento; de lo contrario la empresa dejaría de estar regulada a todos los efectos y, bajo los criterios del Mercado Alternativo de Londres (AIM), su cotización se vería suspendida, llegando incluso a cancelarse en el caso de prolongar la situación, señalan desde Audihispana Grant Thornton, que mantiene su posición de liderazgo como asesor registrado en Reino Unido. Sus funciones Bolsas y Mercados Españoles explica que sus funciones comprenden, entre otras, comprobar y asistir a la compañía en el cumplimiento de los requisitos de incorporación, revisar la información presentada por ésta en su incorporación y posteriormente, estar disponibles ante el MAB para atender preguntas sobre el emisor, actividad y cumplimiento. "El Asesor Registrado vela por la trasparencia de la empresa que se presenta al MAB y ratificará que el plan de negocio presentado es viable a largo plazo en aras de ofrecer valor a sus inversores", explica Carlos Villabona, socio de Audihispana Grant Thornton. La introducción del asesor registrado no sólo tiene la responsabilidad de evaluar si una empresa es idónea para acceder al MAB, sino que debe guiarla en las obligaciones que conlleva cotizar en el mercado.