El rendimiento del bono español se sitúa en el 4,68%, su nivel más alto desde LehmanMADRID. La semana promete. La aprobación de la esperada reforma laboral por parte del Gobierno que se llevará a cabo mañana será uno de los eventos con más público hasta ahora. Y la opinión del mercado no se hará esperar, con subastas de deuda a corto y largo plazo como tribuna antes y después de aprobar la reforma. El Tesoro pretende colocar entre 5.000 y 6.000 millones de euros en bonos a 12 y 18 meses en la subasta que se celebra hoy hacia el mediodía. Por su parte, el jueves pretende recaudar entre 2.500 y 3.500 millones de euros con la emisión de obligaciones a 10 y 30 años a un interés del 4 y el 4,7 por ciento, respectivamente. Pero el panorama no se muestra amigable. La rentabilidad que exigen los inversores por la deuda a largo plazo supera el 4,68 por ciento para la deuda a 10 años, su nivel más alto desde octubre de 2008, cuando el mercado todavía estaba digiriendo la quiebra de Lehman Brothers. Por su parte, la rentabilidad de las obligaciones a 30 años se sitúa en el 5,65 por ciento, muy cerca del máximo anual. Este incremento en la rentabilidad de la deuda española se traduce en el encarecimiento de la financiación del Estado español. La prima de riesgo que debe pagar España frente a los bonos alemanes amenaza con alcanzar nuevamente el máximo anual marcado el 7 de junio, al situarse en torno a los 204 puntos básicos. Cota que no alcanzaba desde 1996. Y, para mayor tensión en los mercados de deuda, ayer la agencia de calificación Moody's recortó el rating a Grecia hasta situarlo en bono basura -ver pág. 33-