La entidad financiera ha pasado del 13,25 al 9,94 por ciento en tan sólo tres semanasmadrid. El toque de queda de Morgan Stanley en Grifols pasó factura ayer a los títulos de la compañía productora de hemoderivados. Así, la empresa catalana se dejó un 3,9 por ciento, hasta 14,77 euros, convirtiéndose en la tercera peor compañía del Mercado Continuo. Todo porque Morgan Stanley, que ya redujo su participación el pasado 15 de mayo del 13,25 al 11,84 por ciento, volvió a vender ayer títulos de Grifols para reducir su participación hasta el 9,94 por ciento actual. Probablemente, parte de los títulos de Morgan están siendo adquiridos por la gestora estadounidense Fidelity, que ayer notificó que cinco de sus fondos controlan el 2,294 por ciento del fabricante de hemoderivados. Los títulos de Grifols, que empezaban la sesión en 15,34 euros, pronto se ajustaron al precio al que Morgan Stanley estaba colocando sus acciones, 14,70 euros.Para los analistas esta operación tiene una doble lectura. Por un lado, podría significar que la entidad norteamericana -segunda máxima accionista de Grifols- no ve más recorrido en los títulos de la compañía catalana. "Vemos una amenaza en la participación de Morgan Stanley, que podría seguir vendiendo en el futuro", señalan los expertos de la entidad portuguesa BPI. El consenso de expertos que recoge FactSet apoya, de hecho, la teoría de que Grifols está cara, ya que establecen que el precio objetivo de las acciones de la compañía catalana son los 12,70 euros, un 14 por encima de su precio de mercado.Por el otro lado, una progresiva salida de Morgan Stanley del accionariado de Grifols tendría una buena consecuencia para la cotización de la compañía catalana: su free float (capital que circula libremente en bolsa) podría superar el 50 por ciento, "lo que situaría a Grifols como un posible objetivo de ofertas en el sector". Hasta el momento, la familia Grifols es la máxima accionista, con un 41 por ciento de los títulos; por detrás están Morgan Stanley -con un 9,94 por ciento-, State Street Bank -5 por ciento-, y Fidelity -2,29 por ciento-. Y la disolución del 9,94 por ciento de la entidad norteamericana dejaría en efecto el capital de Grifols abierto a una opa, aunque evidentemente ésta tendría que contar con el visto bueno de la familia que controla la compañía de hemoderivados.