Los expertos creen que se "relajará" y que la rentabilidad media del mercado no superará el 3%El Santander ha empezado a restringir su producto al 4 por ciento y lo limita a sus clientesmadrid. Los primeros depósitos que han asomado en el mercado después de desencadenarse los procesos de fusión entre cajas... son estructurados. Unnim, la nueva entidad que aglutina a Caixa Manlleu, Caixa Sabadell y Caixa Terrassa, ha lanzado el Mundial, con la rentabilidad referenciada a la evolución de los valores de los principales patrocinadores de este evento deportivo. Y la del depósito Vitamina, por su parte, nacido de la unión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, se ajusta a la evolución en bolsa de cinco compañías farmacéuticas. ¿Dónde están los depósitos a tipo fijo? Todo apunta a que asistimos a un cambio de tendencia que enfría la guerra de las ofertas de los últimos meses, creen los analistas. Por lo pronto, los contendientes de esta guerra parecen batirse en retirada. O por lo menos el primero de ellos... y más potente. La red de oficinas del Banco Santander ha recibido orden de "ir liquidando los depósitos al 4 por ciento que hayan quedado pendientes, porque van a dejar de formalizar nuevos", aseguran en una de ellas. ¿Pero qué ocurrirá con el resto de entidades que han echado el resto para llegar a esta rentabilidad? Recordemos el 3,8 por ciento de algunas sucursales de La Caixa, el 3,75 por ciento de Banco Popular, el 3,7 por ciento de Caja Ávila, el 3,85 por ciento de Caja Canarias, los 4 por ciento de Caixa Terrassa y Caixa Laietana... "Si la batalla está ahora entre el 3 y el 4 por ciento, pasará a estar más en el 3 que en el 4 por ciento", opina Javier Kessler, presidente de Aseafi (Asociación de Asesores Financieros Independientes). Solvencia provisional Y hay varias razones que lo explican. En primer lugar, las entidades que están apoyadas en sus fusiones por el crédito del Frob (financiado al 7,75 por ciento el primer año) "no pueden aprovechar [esta circunstancia] con fines comerciales o publicitarios, ni llevar a cabo políticas comerciales agresivas", según establece la norma novena de criterios que rigen su funcionamiento, aprobados el 26 de junio de 2009. Este fondo está pensado para mejorar la eficiencia de las entidades, racionalizar su administración y redimensionar su capacidad productiva. Y en este sentido, cabe pensar que "les dota de una situación de solvencia provisional que les puede facilitar la búsqueda de liquidez en los mercados", explica Lorenzo Dávila, profesor del IEB. Pero es que, yendo más allá, "no debería desencadenarse una guerra del pasivo, porque supondría seguir en el proceso kamikaze en el que muchas cajas han entrado; bastante tienen ahora con arreglar la casa", dice Víctor Alvargonzález, consejero delegado de Profim, que cree que "tendrán que competir con otras armas, como aprovechar las posiciones que tienen en el mundo empresarial de su zona". Tampoco Borja Durán, presidente de CFA, cree que vayan a aparecer en el mercado "depósitos puros". Las cajas tienen margen para competir en otro rango "porque tampoco están dando créditos". Un tercer elemento complica todo este panorama: "Las presiones para captar dinero, bien de depósitos o emisiones del mercado seguirán siendo enormes los próximos meses", como recuerda José Luis Martínez, estratega de Citi. Quedan ajustes que hacer en las carteras inmobiliarias, dificultad para financiarse fuera (véase la rebaja de calificación crediticia de varias entidades españolas esta semana) y debilidad interna. Un encaje de bolillos que, si bien no parece que vaya a desatar grandes batallas, si mantendrá una tensa guerra fría entre las diversas entidades.