El Banco central aumenta el precio oficial del dinero del 0,25 al 0,5 por cientomadrid. Estaba llamado a ser el primer país del G-7, que engloba a las siete mayores potencias económicas del mundo, en subir los tipos de interés. Debía hacerlo ayer. Y no defraudó. El Banco de Canadá ejecutó el primer repunte del precio del dinero desde julio de 2007 y lo encareció en un cuarto de punto, hasta el 0,50 por ciento. Con esta decisión dejó atrás una secuencia histórica que, después de diez recortes entre diciembre de 2007 y abril de 2009, le llevó a situar los intereses en el 0,25 por ciento, el nivel más bajo en los 76 años de la institución. La entidad norteamericana acometió esta medida pese a la confusión que aún persiste. "La recuperación económica global sigue su curso, pero es crecientemente anémica en función de cada país, con una fuerte posición en las economías emergentes, una consolidación en la reactivación de Estados Unidos, Japón y otros países industrializados, y la posibilidad de una renovada debilidad en Europa", reconoce. Aunque, continuando con este asunto, admite que "las recientes tensiones en Europa pueden resultar en mayores costes de financiación y un mayor endurecimiento de la política fiscal en algunos países", también matiza que "el contagio a Canadá se ha reducido a una modesta caída de los precios de las materias primas y un pequeño encarecimiento de las condiciones financieras". Con estos ingredientes y el "robusto" crecimiento mostrado por la economía canadiense en el primer trimestre, cuando se expandió un 6,1 por ciento en tasa trimestral anualizada, la entidad monetaria entendió que no habían impedimentos para incrementar los tipos. A su juicio, se trata de un primer paso para "restablecer el funcionamiento normal" del mercado de financiación a corto plazo. Para contener los temores que pudiera alimentar el repunte, agregó que la política monetaria continúa siendo expansiva, al tiempo que sometió cualquier aumento adicional a la marcha de los "acontecimientos económicos nacionales y globales". Esta reticencia frenó el ímpetu del dólar canadiense. Después de que llegara a apreciarse más de un 1 por ciento, hasta los 1,274 dólares por euro, pasó a cambiarse a 1,286 unidades. Además, y ante la posibilidad de que el Banco de Canadá se lo tome con calma, también hubo compras de deuda canadiense. Así, el rendimiento de los bonos a 10 años pasó del 3,34 al 3,29 por ciento. Australia pisa el freno Más prudente se mostró ayer el Banco de la Reserva de Australia (RBA, en sus siglas en inglés), que mantuvo los intereses en el 4,5 por ciento, una decisión que se atuvo igualmente a lo esperado por los expertos. Esta pausa se produjo después de que en mayo los elevara un cuarto de punto, el sexto incremento -todo ellos de igual cuantía- desde que retomó las subidas en octubre del año pasado. La templanza de la institución, combinada con la aversión al riesgo imperante ayer, provocó que el dólar australiano se depreciara incluso contra el euro pese a la debilidad que mostró ayer la divisa europea. La moneda aussie se depreció un 0,5 por ciento, hasta los 1,463 dólares. La moneda australiana suele ser receptora del dinero caliente de los inversores cuando recuperan su apetito por el riesgo.