Tiembla la banca europea. Los movimientos de concentración que se están dando en el sector en Italia, cuyo último capítulo ha sido, de momento, el anuncio de una fusión entre Unicredito y Capitalia, se han sumado a la operación pendiente por ABN Amro, dando como resultado un frenesí especulativo sobre cuál será la siguiente entidad en recibir una oferta. Y ya hay todo tipo de apuestas a lo largo de toda Europa.En Francia todas las miradas siguen de cerca a Societé Générale, que es uno de los objetos de deseo de Unicredito, a pesar de que la italiana está ahora ocupada en los preparativos para su matrimonio con Capitalia.Dentro de nuestras fronteras, el dedo del mercado señaló a Banco Popular, que fue la única entidad del Ibex que terminó la sesión en positivo, al avanzar un 1,33 por ciento, hasta los 15,20 euros. Si se produjera una operación de concentración en la banca española, Popular sería uno de los grandes candidatos a ser opado, según algunas firmas como Goldman Sachs, que hace algunos días mejoró su recomendación hasta neutral.Sin embargo, Popular no es una presa tan fácil como puede parecer. Su accionariado cuenta con un núcleo duro formado por el sindicato de accionistas, que controla el 14,51 por ciento del capital de la entidad, y por la aseguradora Allianz, que posee otro 9,37 por ciento. Cualquier oferta tendría que tener el visto bueno de ambas para salir adelante. De momento, Popular concentra sus esfuerzos en recuperarse del golpe que supuso el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. La entidad se dejó un 11 por ciento en bolsa desde su máximo histórico -que marcó el 17 de abril en 16,03 euros- hasta el 3 de mayo, aunque desde entonces ha subido en torno a un 7 por ciento.