El elevado peso de los bonos en su cartera está produciendo fuertes vaivenes en su cotizaciónEs un valor ideal para un rebote bursátil, pero no convence a los analistas, que aconsejan vendermadrid. Mapfre está casada con la renta fija para lo bueno y para lo malo. La aseguradora invierte gran parte de su patrimonio en deuda pública, así que sufrió como pocas la rebaja de los rating de Grecia, Portugal y España. El 16 por ciento de sus inversiones (5.080 millones de euros) depende de los bonos de esos tres países. Esta exposición es lo que ha provocado que en las últimas semanas se haya visto al título subir y bajar de forma abrupta, arrastrado por las noticias relativas al riesgo de impago por parte de los estados mencionados. Así, la acción de Mapfre rebotó un 17 por ciento en un solo día -el 10 de mayo, batiendo al Ibex 35, que subió más que nunca en su historia, un 14,43 por ciento-, pero también vivió intensamente la caída del pasado viernes: el Ibex se dejó un 6,6 por ciento y ella un poco menos: un 6,26 por ciento, para cerrar a 2,32 euros. Tanto movimiento no convence a los analistas que miran hacia el medio/largo plazo: el consenso recogido por FactSet recomienda vender y sólo un 18 por ciento de las revisiones de su precio objetivo son al alza. Mapfre, como el resto de aseguradoras, invierte las primas que cobra a sus clientes en diferentes activos financieros, especialmente en deuda, al considerarse ésta tradicionalmente un producto de bajo riesgo. Y lo es, siempre y cuando una crisis no ponga en cuestión la capacidad de los estados de devolver el dinero que les han prestado. El 3 de mayo, la aseguradora veía cómo la agencia Standard &Poor's rebajaba la perspectiva de sus rating de estable a negativa. Ligada a los 'PIIGS' Según Covadonga Fernández, analista de Self Bank, "uno de los principales problemas de Mapfre es que se trata de una de las aseguradoras europeas más expuestas a los periféricos (los PIIGS: Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España)". En la presentación de resultados del primer trimestre, el pasado 30 de abril, el director general de Mapfre, Esteban Tejera, explicó que el 15 por ciento de sus inversiones (unos 4.000 millones de euros) están en deuda española, un 1,7 por ciento (540 millones) en bonos griegos y una cantidad similar a ésta última en deuda portuguesa. Tejera apuntó, no obstante, que esas inversiones "apenas sufrirán el impacto de la rebaja de rating, al ser operaciones casadas con compromisos", según Efe. A pesar de ello, SelfBank no recomendaría comprar el valor ahora. Otras fuentes de mercado afirman que Mapfre tiene otros problemas: "La parte de sus ingresos que procede de Latinoamérica está perdiendo peso respecto a mercados como el turco, con peores expectativas". Por su parte, Susana Felpeto, de Atlas Capital, comenta que "movimientos tan bruscos en bolsa difícilmente pueden justificarse por fundamentales. Creo que es una tendencia común en financieras". Una idea si la bolsa vira al alza Otra cosa es que se mire hacia el corto plazo. Felpeto considera que "para un inversor que desee estar en el sector financiero con una cierta tranquilidad, este valor es una buena opción. Rebota con fuerza, aprovecha esa recuperación, y cae menos que los bancos". Por su parte, Nuria Álvarez, de Renta 4, también cree que los movimientos de Mapfre "deben observarse en su contexto" y recuerda que "la mitad de sus primas todavía viene de España, pero la otra mitad procede de Latinoamérica". Esta analista, que ha cambiado su recomendación de mantener a sobreponderar, considera que "el impacto negativo sufrido tras la rebaja del rating fue excesivo".