El sol y la lluvia primaverales les están sentando de maravilla a los rendimientos de la deuda pública europea. Sin ir más lejos, ayer se alcanzaron, de media, los registros más altos del último lustro. Observando el caso de los títulos alemanes, que son los que sirven de referencia en la zona euro, la rentabilidad de los bonos a dos, cinco y diez años se situó en el 4,21, 4,20 y 4,25 por ciento, respectivamente. En cuanto a los títulos españoles, la rentabilidad oscila entre el 4,18 y el 4,31 por ciento. En estos momentos, el incremento de los rendimientos constituye una mala noticia para los ahorradores que posean fondos de renta fija que inviertan en estos bonos y para aquellos que adquirieron estos títulos con la intención no sólo de cobrar los intereses que reportan, sino también de venderlos a un precio superior al de compra. ¿El motivo? Que el rendimiento de los bonos se mueve de forma inversa a su precio, es decir, que la rentabilidad de los títulos sólo aumenta cuando su cotización baja a causa de las ventas. Y éstas son las que se están imponiendo -lo vienen haciendo en los últimos años-, con las consiguientes pérdidas que puede provocar ese descenso de los precios. Sin embargo, las tendencias siempre tienen fecha de caducidad en los mercados, por lo que algo que hoy es malo puede convertirse en bueno mañana. Y eso es lo que ocurre con los bonos. Así, las ventas actuales extienden los números rojos a productos aparentemente seguros como los fondos de renta fija, pero también contienen una semilla positiva que está germinando y que al final arrojará un fruto más que apetitoso para los inversores. Esa semilla no es otra que, precisamente, la subida de los rendimientos, ya que cuando llegue el tiempo de la cosecha los ahorradores se encontrarán con unas rentabilidades mayores a unos precios más bajos. Todo un manjar para las carteras. ¿Cuándo comenzará la temporada de recolección? Cuando la Reserva Federal (Fed) anticipe que ya puede bajar los tipos de interés en Estados Unidos y cuando el Banco Central Europeo (BCE) anuncie que no subirá más el precio del dinero en la zona euro. Mientras tanto, eso sí, los rendimientos actuales ya arrojan ahora una lectura positiva para los inversores: en el supuesto de que se iniciara una nueva oleada de ventas en las bolsas, como la sufrida en la primera quincena de marzo, los bonos ofrecen en la actualidad una protección temporal más interesante que hace unos meses.