Por si el sector de la energía no estaba lo suficientemente caliente, ayer Antonio Brufau, presidente de Repsol, le subió un poco más el fuego. La petrolera tiene la intención de salir de compras, y su presidente ha reconocido que Gas Natural, de la que ya controla el 30,84 por ciento del capital, es una de las compañías que estudian como posible adquisición.El rumor de fusión de Gas Natural y Repsol -operación que sería avalada por La Caixa, accionista de referencia de ambas- lleva mucho tiempo rondando el parqué, y se acentuó el pasado 2 de mayo, cuando el bróker del banco Espirito Santo ejecutó una operación por 12 millones de acciones de la gasista, a 44 euros por título, muy por encima de los 38,73 euros a los que Gas Natural terminó aquel día la sesión. Entonces, diversas fuentes de mercado apuntaron a dos posibles tenedores de estos títulos: Repsol y Suez. Mientras el mercado sigue expectante ante el futuro de Gas Natural, la eterna cadidata a opa, los expertos no se ponen de acuerdo. Ayer ING rebajó su recomendación sobre la gasista hasta mantener, ya que la compañía ha sobrepasado los 38,50 euros que la firma holandesa establece como precio objetivo -ayer despidió el día en 38,97 euros, tras avanzar un 1,22 por ciento-.Citigroup le elevó el precio objetivo de 32 a 38 euros, aunque tampoco esta valoración da potencial alcista a Gas Natural, que sigue rondando los 39 euros por título. Para el banco de inversión, la clave del crecimiento futuro de la gasista está en la concentración empresarial, más que en el crecimiento orgánico. "Gas Natural podría verse envuelta en una operación a gran escala, con Repsol y Unión Fenosa como principales candidatos. Y especialmente Repsol", comentó la firma en su último informe.