madrid. El juicio de nunca acabar, como han bautizado al caso Funespaña varios abogados personados en el procedimiento por sus constantes cambios de fecha, ha vuelto a ser aplazado. Ayer estaba previsto que se iniciara en la Audiencia Provincial de Madrid el proceso por supuestas irregularidades en la privatización de la funeraria municipal en 1992. Pero, a petición de las partes, fue aplazado por no haberse podido localizar a uno de los imputados, el ciudadano holandés Jan Marie Baptiste. La nueva fecha ha sido fijada para el 4 de junio