El Ibex pierde los 11.000 puntos tras una caída del 2,2%, la mayor entre los grandes índicesMás ayudas a Grecia y que la bolsa de EEUU no flaquee evitarían que el índice marcase otro suelomadrid. En plural, las ruinas griegas han sido y continúan siendo objeto de estudio, admiración y un aliciente a la hora de elegir destino de vacaciones. Pero, en singular, la ruina griega continúa trayendo de cabeza a los principales mercados europeos. La gota que colmó el vaso de las dudas que los inversores podían soportar llegó ayer por partida doble: por un lado, Eurostat revisó al alza el déficit de la economía helena (lo elevó hasta el 13,6 por ciento del PIB -Producto Interior Bruto- desde el 12,7 anterior); por otro, la agencia de calificación crediticia Moody's recortó el rating del país un escalón, hasta A3, restándole sólo tres niveles para convertirse en bono basura. Pero Grecia no estaba sola en el paredón de los culpables de las caídas que recorrieron los parqués europeos, con España a la cabeza: la resaca del posible fraude de Goldman Sachs, el endurecimiento del discurso del presidente de EEUU, Barack Obama, contra la banca a tenor de su reforma financiera y una cadena de decepciones en los resultados empresariales pusieron la puntilla. De poco sirvió que el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, afirmase que ni España ni Portugal preocupaban al organismo monetario -ver pág. 47-, porque, una vez más, ambos parqués pagaron los platos rotos. Si el principal índice griego, el Ftse/ASE 20, cedió un 4,4 por ciento, la derrota para la bolsa lusa fue del 2,5 por ciento y la española, la más castigada entre los principales parqués europeos, perdió un 2,2 por ciento. El resto de plazas del Viejo Continente resistieron con recortes que oscilaron entre el 0,9 por ciento que sufrió la bolsa alemana y el 1,8 por ciento que acusó la italiana. El sector bancario y el tecnológico se convirtieron en los más castigados de la zona euro, este último afectado por los malos resultados de Nokia. Y las entidades más resentidas, además de las griegas, fueron las españolas, con recortes para las dos mayores, BBVA y Santander, de más del 3 por ciento. Un pánico de ida y vuelta El Ibex 35 dejó atrás los 11.000 puntos, regresó a niveles de principios de marzo y, con ello, se encendieron de nuevo todas las alarmas. "A no ser que se adopten medidas de apoyo a Grecia de forma clara e inmediata, es factible que el Ibex vuelva de nuevo al nivel de los mínimos de febrero", señala Juan José Fernádez Figares, desde Link Securities, y añade: "Los ataques a Portugal son ya una realidad y el siguiente país en la lista es España". Pero, para regresar a aquellos 10.103,3 puntos que tocó el Ibex en febrero -implicaría que el principal índice pudiese caer otro 6,6 por ciento-, Joan Cabrero, analista técnico de Bolságora, cree que "tendría que perder el soporte de los 10.690 puntos" para hablar de una vuelta a mínimos anuales. Según Cabrero, para que ello suceda también tendrían que perder cotas importantes otros indicadores: aconseja vigilar que el Dow Jones no se deje los 10.950 puntos. En eso coinciden la mayoría de los expertos: mientras la bolsa americana no flaquee, la tendencia de fondo sigue siendo alcista. "Una vez perdidos los 11.200 puntos, nuestro objetivo para entrar en parte eran los 10.800. El hecho de haber perdido tan rápido esos niveles nos hace pensar que el mercado puede rebotar a corto plazo", señala Elena Martín, analista de Unicorp. Eso sí, los expertos advierten: la volatilidad no abandonará de momento los parqués.