Danske Bank, SEB y Banco Nacional de Grecia, sus elecciones madrid. El sector bancario acapara en estos momentos muchas de las miradas en el terreno de los movimientos corporativos. La pugna por el holandés ABN Amro, por el que suspiran el británico Barclays y el consorcio formado por Santander, el belga Fortis y el escocés Royal Bank of Scotland, tiene la culpa. La gestora británica Schroders no permanece ajena a esta realidad. De hecho, y con la premisa de que "el sector financiero es el menos concentrado de Europa", vaticina que "la tendencia de consolidación continuará, ya que los grupos financieros de toda Europa, y de todo el mundo, buscan oportunidades para aumentar sus beneficios", señalan Sonja Schemmann, Andy Lynch y Gary Clarke, gestores de la firma inglesa. Ahora bien, afirman que para invertir en el sector no sólo hay que hacerlo al calor de estas especulaciones, sino que ellos se centran "en una investigación fundamental y otorgando una importancia aún mayor a los motores de crecimiento a largo plazo. ¿Y qué entidades bancarias salen mejor paradas en ese análisis? La apuesta de Schroders es clara: se centra en la terna formada por el danés Danske Bank, el sueco SEB y el heleno Banco Nacional de Grecia.