El índice español, que ayer lo volvió a hacer peor, sube un 1,7% en 2007, frente al 7,4% del EuroStoxx La caída de las inmobiliarias y el 'efecto Conthe' alimentan las dudas de los inversores extranjerosmadrid. Hay un término ciclista que explica perfectamente lo que le está ocurriendo al Ibex 35 en las últimas semanas: una pájara. La evolución del índice español no atiende desde hace tiempo a la tendencia general de los mercados europeos. Se ha descolgado del pelotón y sólo aspira a seguirlo desde la distancia, pero con su referencia cada vez más lejana. Tanto es así, que hacía ya cuatro años que el principal índice español no estaba tan descorrelacionado de los parqués europeos. Y es que lo normal es que los principales termómetros bursátiles de cada parqué se sigan, sin grandes diferencias, porque la tendencia se impone entre economías que caminan de la mano. La última ocasión en que mercados español y europeo estuvieron tan alejados fue en el primer trimestre de 2003. Entonces, el Ibex, muy cerca de sus mínimos históricos provocados por los últimos coletazos del pinchazo de la burbuja puntocom, se sostuvo con mucha más solidez de unas nuevas caídas que otros mercados de la zona euro porque Latinoamérica comenzaba a sumar más que a restar, como había ocurrido hasta entonces. Por el 2,76 por ciento que se dejó el índice español en ese momento, los parqués europeos retrocedieron un 15 por ciento. Mientras que en Europa Central las financieras y aseguradoras lastraban a los mercados bursátiles, en el Ibex la recuperación de Telefónica, inmobiliarias como Metrovacesa y eléctricas como Iberdrola ayudaban al índice a mantener el tipo. Por ello, en aquella ocasión el principal indicador español se descolgó del resto de sus homólogos europeos, aunque para mejor.La 'oveja negra' europeaLos inversores españoles se han acostumbrado desde el mes pasado a ver cómo los títulos europeos se comportan mucho mejor. Algo que se vio una vez más ayer: mientras que el Ibex sufrió hasta el último momento para no acabar la sesión con un gran recorte y cerró con pérdidas del 0,15 por ciento, hasta los 14.395,6 puntos, el Ftse inglés remontó un 0,82 por ciento y otros como el Cac francés y el Dax alemán avanzaron un 0,24 y un 0,28 por ciento, respectivamente. Esta situación confirma los peores temores: los gestores internacionales han perdido la confianza en el mercado español. Varias razones justifican este hecho.La primera, la crisis inmobiliaria. A nadie se le escapa que las compañías del ladrillo han sido uno de los principales motores económicos en España. Por ello, una ralentización en este sector supone una pérdida de atractivo para los inversores extranjeros en nuestro país. "En BPI trabajamos con una de las principales cadenas de televisión financieras puesta todo el día, y que cada poco tiempo se repita la pregunta de si hay burbuja inmobiliaria en España no ayuda nada a que los fondos internacionales, los que mueven la bolsa, recuperen la confianza en el Ibex", señala Javier Barrio, director de ventas institucionales de la entidad portuguesa.Pérdida de credibilidadLa segunda razón, pero no por ello menos importante, estuvo en el discurso de Manuel Conthe ante el Congreso, que ha creado muchas dudas entre los gestores internacionales, "que prefieren cubrir sus espaldas antes de que una intervención estatal o un escándalo de corrupción desate una crisis en la bolsa", apunta Javier Barrio. Todo ello ha tenido un resultado claro para el mercado español: una subida muy inferior a la del Euro Stoxx en el año (ver cuadro). "Esto se puede prolongar todavía en el tiempo, a corto plazo vamos a seguir penalizados", señala el director de ventas de BPI. Para encontrar otra racha peor que la que está viviendo el Ibex ahora habría que remontarse mucho antes de 2003. En concreto, hasta el último trimestre de 2000, cuando, en pleno pinchazo tecnológico, las acciones españolas cayeron con más fuerza que las del resto de los índices europeos.