Aunque ayer era Jueves Santo, a los pocos inversores que andaban por el parqué les sorprendió Iberpapel, que se disparó un 18,7 por ciento. Y es que la jornada de ayer fue atípica si la comparamos con la misma fecha de años previos. No sólo destacó una small cap -empresa de pequeña capitalización, inferior a 300 millones- que habitualmente pasa desapercibida, sino que además lo hizo con un fuerte volumen de negociación, ya que se intercambiaron más de 54.000 títulos de la papelera, equivalentes a un 0,46 por ciento de su capital, frente a los 8.000 que se mueven de media diaria en el último año. La elevada contratación de Iberpapel estuvo en sintonía con la tónica general del mercado. Ayer se negociaron más de 4.600 millones de euros en la bolsa española, una cifra que no sólo choca con el volumen medio de los Jueves Santo de años anteriores -que rara vez se acerca u supera los 2.000 millones-, sino que supera la media diaria de contratación de 2006, los 4.563 millones.Existen varias especulaciones sobre el motivo por el que se disparó ayer Iberpapel. Una explicación posible es que en un día de escasas noticias, la compañía informó que está construyendo una planta de energía de 50 megavatios, que le permitirá reducir costes de energía y darle así un empujón a sus beneficios.Sin embargo, la agencia Reuters remitía a un operador que explicaba que el mercado podría estar haciéndose eco de "rumores poco creíbles aparecidos en un diario" sobre una posible operación corporativa por los bajos múltiplos a los que cotiza la compañía. La explicación más simple fue la que dio un portavoz de Iberpapel a la agencia de noticias: el valor tiene una escasa liquidez, por lo que podría haberse estrangulado.