La compañía oftalmológica alcanzó los 23,50 euros al cierre de la sesiónmadrid. Con un brillo especial en la mirada, Julio y Eduardo Baviera, presidente y consejero delegado de Clínica Baviera, tocaron juntos como hermanos la campana digital que dio inicio a la carrera bursátil de la compañía oftalmológica levantina. "Quién nos iba a decir a nosotros hace 20 años en Valencia que hoy estaríamos en la Bolsa de Madrid debutando" comentaba Julio Baviera ante los trabajadores de su empresa congregados allí.El precio que la compañía había establecido para su salida eran 18,40 euros, "un valor que consideramos atractivo tanto para los inversores entrantes como salientes", puntualizó Eduardo Baviera. Es decir, que la oftalmológica comenzó su carrera bursátil con una capitalización bursátil de 300 millones de euros.Sin embargo, en la subasta previa al inicio de cotización, ya se intuía que la salida de Baviera iba a ser todo un éxito, ya que sus acciones se situaron en torno a los 22,5 euros. De hecho, el primer precio que marcó la oftalmológica tras iniciarse la negociación a las 12 del mediodía fueron los 22,29 euros, para euforia de su presidente y consejero delegado.La fuerte demanda que vivió el valor en los primeros instantes de su recién estrenada cotización hizo que Eduardo Baviera se mostrara muy optimista. En declaraciones a elEconomista, el consejero delegado aseguró que "no me extrañaría que en breve se ejecute el green shoe (opción de compra del paquete de acciones que se reserva la entidad colocadora)". De hecho, los responsables de UBS, el coordinador global de la OPV (Oferta Pública de Venta), deben estar radiantes por la fuerza demostrada por el valor en su debut.En el trascurso del día, las acciones de Clínica Baviera llegaron a subir un 30,4 por ciento, hasta 24 euros. Al final de la jornada, se apuntaron una subida del 27,7 por ciento, por lo que despidieron su primera sesión en bolsa en los 23,5 euros. Es el mejor debut desde que Gamesa se disparó un 72 por ciento en octubre de 2000.El parqué estaba adornado con una gran pupila azul en la que se reflejaba un mapamundi, quizá como aviso de que Baviera está dispuesta a seguir creciendo en el mundo. "No descartamos adquisiciones en Europa, pero no están en nuestro plan de negocio a corto plazo. El principal objetivo ahora es seguir ganando tamaño, pero será un crecimiento más bien orgánico", comentó Julio Baviera.Otro de los puntos fuertes de Baviera es su política de retribución al accionista. Marcos Bueso, director financiero de la compañía, comentó que "no vamos a entregar todo el beneficio, pero sí que está previsto destinar entre el 50 y el 80 por ciento del beneficio neto al pago de dividendo, siempre que no haya acontecimientos extraordinarios que afecten a este punto".En cuanto a la distribución de los accionistas, Eduardo Baviera subrayó la presencia en el capital de fondos internacionales "de Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Estados Unidos y Portugal. Donde más demanda ha habido en este sentido ha sido en Reino Unido, como es habitual, pero es sorprendente la aceptación que hemos tenido en Italia", añadió.Desde Baviera se reconoce que han intentado que ningún accionista tenga una participación demasiado importante. "Pretendemos que el valor sea muy líquido, que dé juego en la bolsa", apuntó Marcos Bueso. Y a fe que lo dio ayer.