La entidad mantendrá los tipos en el 0,5%, pero podría ampliar el plan de compras de deuda madrid. Las vacaciones de Navidad pertenecen ya al pasado. También para los principales bancos centrales del mundo. El encargado de estrenar el nuevo año es el Banco de Inglaterra (BoE, en sus siglas en ingles), que se reúne hoy en su cuartel general de Londres. Los nueve miembros del Comité de Política Monetaria se verán las caras con una certeza y una incertidumbre en el ambiente. La primera corresponde a la decisión que adoptará con respecto a los tipos de interés. La entidad gobernada por Mervyn King los mantendrá en el 0,5 por ciento, el nivel más bajo en la historia de la institución y en el que permanecen desde marzo del año pasado. En cuanto a las dudas, proceden del programa de compra de deuda pública y privada dispuesto por el Banco de Inglaterra para plantar cara a la crisis. Según los últimos datos ofrecidos por la entidad, ha empleado ya 190.053 de los 200.000 millones de libras que ha destinado a este plan de adquisición de títulos, mediante la que pretende introducir más dinero y de forma más directa en la economía. En diciembre, el BoE anunció que el programa se completaría en dos meses, aunque también matizó que "seguiría bajo revisión". Tras este aviso, hoy podría dejar las cosas como están y esperar a la siguiente cita, que tendrá lugar en febrero. En ese caso, daría rienda suelta a unas conjeturas que, de hecho, ya existen. "Nosotros damos casi por hecha la extensión del plan de compra de activos", comentó ayer Carl. B. Weinberg, economista jefe de High Frequency Economics, en una carta a los inversores recogida por la agencia financiera Bloomberg. Con la ampliación del programa buscaría apoyar una recuperación que continúa sin forjarse. Reino Unido acumula seis trimestres consecutivos de contracción, y las previsiones contemplan la posibilidad de que encadene un séptimo. Entre octubre y diciembre de 2009, la economía podría haber menguado en una tasa intertrimestral del 0,2 por ciento e interanual del 5,1 por ciento. Igualmente débil se muestra el mercado laboral, donde la tasa de paro se encuentra en el 7,9 por ciento, la más alta desde 1996. Los recelos acerca la extensión o no de las medidas excepcionales adoptadas por el Banco de Inglaterra se han sentido en la libra esterlina, que ha comenzado el año con caídas. No en vano, es la más débil entre las más importantes del mundo: los descensos oscilan entre el 0,9 por ciento contra el dólar estadounidense y el 3,4 por ciento contra el dólar australiano. Contra el euro se deprecia un 1,4 por ciento, hasta los 1,113 euros.