Ocho de los veintisiete países de la UE no aplican la normativa vigentebruselas. Descorazonado debe sentirse un liberal como el irlandés Charlie McCreevy, comisario europeo de Mercado Interior y Servicios. Sus servicios ultiman un informe de la aplicación de la directiva sobre ofertas públicas de adquisición (opas). Y lamentan que, en lugar de avanzar en la construcción de un verdadero mercado único europeo en el que las empresas sean libres de comprarse, fusionarse, reestructurarse y consolidarse para competir en la escena global, la norma se preste a las más inconfesables tentaciones proteccionistas. El informe podría ser hecho público hoy mismo, pero elEconomista ya ha tenido acceso al mismo. "Existe el riesgo de que al ser aplicada por los Estados de la UE, la regla impida la emergencia de un mercado europeo para el control de las empresas, en lugar de facilitarlo [...] Es improbable que arroje beneficios significativos a corto plazo [...] Puede que incluso se traduzca en la creación de nuevos obstáculos al control de las empresas [...] El número de Estados que aplican la directiva de forma proteccionista es inesperadamente amplio", son algunas de las conclusiones.Ahora que Bruselas confirma que le ha salido el tiro por la culata con "la largamente esperada directiva sobre opas, el resultado de casi 20 años de trabajo, de la que se esperaba que fuera uno de los principales pilares de la reforma económica para impulsar la competitividad de Europa", llega la hora de los remedios. "Considerando los efectos potencialmente negativos de las nuevas reglas sobre opas en el mercado europeo, la Comisión vigilará su aplicación práctica", anuncia el documento antes de apostillar: "La Comisión analizará las razones por las que los Estados Miembros son tan reticentes a aplicar las normas fundamentales de la directiva y, podrá proceder a su revisión en 2011".Los motivos de preocupación de Bruselas son muchos. Para empezar, aunque la norma fue adoptada en 2004 y debería ser utilizada desde mayo de 2006, ocho de los veintisiete países de la UE (España entre ellos), siguen sin aplicarla. Francia, Grecia, Hungría, Portugal y Eslovenia han aprovechado para dar marcha atrás. Permiten que el consejo de administración de una empresa opada torpedee una oferta sin autorización previa de la junta general de accionistas cuando venga de una empresa de un país que permita los blindajes, en virtud del nuevo principio de reciprocidad. Chipre, España e Italia, que exigen que el consejo de administración se abstenga de protegerse de una opa sin consultar a los accionistas, aún no aplican la norma pero ya han comunicado su intención de tomar el mismo camino.Compra-venta forzosa "La norma mejorará probablemente la protección de los accionistas minoritarios", admite el informe. "Sus reglas para revelar las medidas defensivas contra las opas aumentarán la transparencia y facilitarán las decisiones del inversor, lo que a largo plazo puede provocar un incremento gradual de las prácticas de buen gobierno de las empresas", subraya.Bruselas añade que la introducción de la obligación de que la empresa que lance la opa con éxito esté obligada a ofrecer un precio justo por los títulos de los accionistas residuales que no hayan acudido a la opa, novedad en países como España, Alemania, Luxemburgo, Austria, Holanda o Bélgica, "refuerza la protección de los minoritarios".