La debilidad del dólar y el temor al retorno de la inflación catapultan al metal precioso, que sube un 18,25% en 2009madrid. Tanto ha ido la onza a la fuente... que al final lo ha conseguido. El oro derribó ayer su anterior plusmarca histórica, situada en los 1.032,7 dólares desde el 17 de marzo de 2008, y la elevó hasta los 1.043,8 dólares tras llegar a subir un 2,6 por ciento en la sesión. Llevaba intentándolo casi un mes, desde que rebasó los 1.000 dólares el 8 de septiembre, y lo logró en la misma jornada en la que Australia se convirtió en el primer país desarrollado en subir los tipos de interés en el último año y en la que, además, volvió a mencionarse la posibilidad de que la inflación repunte en los próximos meses. Y en ese caso, la reacción del mercado resulta previsible: buscar cobijo en el oro ante lo que pueda pasar con los precios. "El oro apenas acaba de comenzar su ascensión. Con los bancos centrales imprimiendo más y más dinero, la demanda privada de oro como inversión y como cobertura contra la inflación está destinada a crecer", aseguró John Brynjolfsson, director de inversiones del hedge fund -fondo de inversión libre- Armored Wolf, en declaraciones a la agencia financiera Bloomberg. El estirón del último mes ha coincidido igualmente con otra de las tradicionales etiquetas que envuelve al oro: su antagonismo con el dólar. Y es que la subida del metal precioso ha corrido paralela a una nueva recaída del billete verde. Así, mientras que el dólar se ha depreciado un 2,7 por ciento contra el euro desde que finalizó agosto, el oro se ha revalorizado un 9,7 por ciento en el mismo periodo. Ayer, el dólar bajó un 0,5 por ciento contra el euro, hasta los 1,472 dólares. En este sentido, ayer pesaron sobre el dólar -y, por tanto, apoyó al oro- los rumores en torno a la posibilidad de que los países del Golfo Pérsico y otras potencias como China, Japón o Francia podrían estar estudiando la posibilidad de desvincularse del dólar norteamericano en sus transacciones petrolíferas. Verdadero activo refugio Ampliando la perspectiva, el récord del oro constata que su fama de activo de refugio está más que merecida. No en vano, desde el inicio oficial de la crisis el 9 de agosto de 2007, la onza del metal precioso se ha disparado un 57,6 por ciento. En el mismo intervalo, el Ibex 35, el índice más importante de las bolsas españolas, se deja un 18,6 por ciento y el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, desciende un 2 por ciento. Por el momento, el oro acumula una subida del 18,25 por ciento en 2009. De confirmar las ganancias cuando concluya el ejercicio, se tratará del noveno año alcista consecutivo del metal precioso. Desde que finalizó el año 2000, su avance alcanza el 283,5 por ciento.